Cartas al director

Profesores y museos

Los abajo firmantes, profesores del instituto de bachillerato Joaquín Rodrigo, manifestamos públicamente nuestra indignación ante el hecho de que la nueva normativa de acceso a los museos de titularidad pública no contemple la gratuidad para el profesorado de enseñanzas no universitarias, lo que supone un grave paso atrás en el acceso sin trabas a la cultura que, por nuestra profesión, nos compete.Semejante discriminación dice mucho de la lamentable política cultural que se está llevando a cabo y del desprecio infligido a colectivos que son fundamentales para el crecimiento democrático de la s...

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Los abajo firmantes, profesores del instituto de bachillerato Joaquín Rodrigo, manifestamos públicamente nuestra indignación ante el hecho de que la nueva normativa de acceso a los museos de titularidad pública no contemple la gratuidad para el profesorado de enseñanzas no universitarias, lo que supone un grave paso atrás en el acceso sin trabas a la cultura que, por nuestra profesión, nos compete.Semejante discriminación dice mucho de la lamentable política cultural que se está llevando a cabo y del desprecio infligido a colectivos que son fundamentales para el crecimiento democrático de la sociedad. Entre otras muchas cosas, forma parte de nuestra profesión la realización de visitas a los museos con grupos de estudiantes, para lo cual son necesarias asistencias previas con objeto de preparar las actividades y la propia tarea docente.

El Ministerio de Cultura ha cumplido su obligación de conceder tal derecho de gratuidad a los profesores de Universidad, a los investigadores y a los miembros del Colegio de Doctores y Licenciados, pero se ha olvidado de los profesionales que trabajan en la enseñanza no universitaria.

Justamente cuando ésta intenta hacerse extensiva a un mayor número de españoles, tiene lugar este injustificado lapsus. ¿ Se intenta ofrecer la apariencia de enseñanza general sin poner a su servicio todos los medios posibles? Si no es así, el asunto alcanzará proporciones tercermundistas.

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Que un profesor deba pagarse de su bolsillo cada visita que realiza a un museo es un agravio que aplasta cualquier suposición de que estemos en un país culto.

Pedimos, por tanto, que la omisión sea resuelta sin dilaciones, antes de que sus consecuencias se vuelvan irreversibles.-

y 40 firmas más.

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