Tribuna:

Ladybird

La Comunidad de Madrid se ha llevado a los ocho hijos (de 3 a 14 años) de Josefa y Enrique y los ha internado en un centro de acogida Josefa y Enrique llegaron hace tres meses de Barcelona y vivían en un tienda de campaña que les prestó Enrique Castro, un cura que se de dica a combatir la desesperanza de los confines urbanos. Dijeron que les quitaban a los niños porque estaban desnutridos y por las condiciones de la vivienda. Castro se asombra de que supieran de la desnutrición, cuando nunca les habían visitado, y de que tomen esa decisión tan drástica sin indicios de malos tratos y sin intent...

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La Comunidad de Madrid se ha llevado a los ocho hijos (de 3 a 14 años) de Josefa y Enrique y los ha internado en un centro de acogida Josefa y Enrique llegaron hace tres meses de Barcelona y vivían en un tienda de campaña que les prestó Enrique Castro, un cura que se de dica a combatir la desesperanza de los confines urbanos. Dijeron que les quitaban a los niños porque estaban desnutridos y por las condiciones de la vivienda. Castro se asombra de que supieran de la desnutrición, cuando nunca les habían visitado, y de que tomen esa decisión tan drástica sin indicios de malos tratos y sin intentar antes ayudarles. Hay una película de Ken Loach, Ladybird, Ladybird, que cuenta el caso real de una inglesa a la que la asistencia social privó de sus seis hijos. Es un documento espeluznante sobre la batalla imposible del individuo contra el Estado, del marginado contra la inexorabilidad de la norma. Las sociedades modernas son cada vez más uniformes, más tajantes en su orden, y aquellos que no se adaptan al sistema caen a las tinieblas marginales, sin NIF, sin domicilio fijo, sin carnets ni voto. La protagonista de Ladybird vive fuera de las fronteras de la normalidad estadística, y por eso todo lo que hace resulta sospechoso: ¿Que se enamora de un sudaca?. Mala cosa. ¿Que su ex novio la pega? Pues ella queda estigmatizada por las palizas, como si fuera culpable de ser víctima: hoy se culpa al débil de su debilidad, al distinto de su diferencia, incluso al viejo. de ser viejo. Aquel que no está integrado se desintegra.No creo que los niños de Enrique y Josefa tuvieran una vida fácil en la tienda (ni ellos tampoco), pero no sé si estarán mejor en el centro de acogida. ¿Qué es ser un buen padre, una buena madre? Sin duda, hay infiernos familiares mayores en domicilios más estables. Sería mejor ayudarles, en fin, y no castigarles.

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