EL FUTURO DE ARGELIA

"No quiero convertirme en caudillo"

Hocine Ait Ahmed, a sus 68 años, es uno de los líderes más carismáticos de la oposición argelina. Ahora, exiliado en Suiza quiere dejar de ser un "caudillo para su pueblo. Ayer, para empezar, se sentó en un lugar discreto, en primera fila pero al lado del pasillo, en el salón de actos del palacete de San Egidio, en Roma, junto con otros 16 líderes de la oposición de la república magrebí. Ait Ahmed se colocó junto a Abdelhamid Mehri, máximo responsable del ex partido único Frente de Liberación Nacional (FLN). En un momento, en medio de las intervenciones, abandonó. la sala, se tomó un respiro, ...

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Hocine Ait Ahmed, a sus 68 años, es uno de los líderes más carismáticos de la oposición argelina. Ahora, exiliado en Suiza quiere dejar de ser un "caudillo para su pueblo. Ayer, para empezar, se sentó en un lugar discreto, en primera fila pero al lado del pasillo, en el salón de actos del palacete de San Egidio, en Roma, junto con otros 16 líderes de la oposición de la república magrebí. Ait Ahmed se colocó junto a Abdelhamid Mehri, máximo responsable del ex partido único Frente de Liberación Nacional (FLN). En un momento, en medio de las intervenciones, abandonó. la sala, se tomó un respiro, una taza de café y unas pastas y acabó refugiándose en un pequeño despacho, convertido en estancia improvisada para una prensa que esperaba, disciplinada, las declaraciones del líder socialista."No quiero convertirme en caudillo. Mi posible asesinato Argelia provocaría la histeria en el país y la muerte de mi partido; Esta es una, de las razones que me llevaron al exilio", afirmaba el máximo dirigente del Frente de Fuerzas Socialistas (FFS), en un intento de justificar una ausencia voluntaria que se inició en el mes de julio de 1992, pocos días después del magnicidio del presidente Mohamed Budiaf.

Alejado de la política diaria en Argelia, al borde del suicidio político, Ait Ahmed vive ahora a caballo. entre Ginebra y cualquier otra ciudad del mundo, en lucha constante en favor de su país, de la reconciliación y de la democracia. Mientras, ha dejado huérfano a su partido, el FFS, que continúa su andadura sin su líder carismático en manos de una dirección rotatoria e interina que se su cede a sí misma, mecánicamente, cada tres meses. Sin Hocine, el FFS ha perdido fuerza política en Argelia.

"He recibido varias proposiciones del régimen de Zerual [general Liamín Zerual, presidente de Argelia] para volver al país pero siempre las he rechazado" dice. "La última fué en el mes de junio, cuando estuve en Estados Unidos. El embajador en Washington me invitó a comer y en los postres me trasladó un mensaje del presidente-general para qué fuera a verlo".Elecciones transparentes

Pero Ait Ahmed ha ligado un eventual retorno a su país al futuro político de Argelia; es decir, a la plena recuperación del proceso democrático y a la formación de una Comisión Nacional Soberana, en la línea de la estructurada en Suráfrica tras poner fin legal al apartheid y antes de las primeras elecciones multirraciales que dieron la presidencia a Nelson Mandela, que permita en Argelia la convocatoria de unos comicios multipartidistas, libres y transparentes.

En el terreno de las ambigüedades y de las contradicciones, este líder indiscutible de la región bereber de la Kabilia aseguraba ayer que había acudido al coloquio sobre Argelia a título personal y no comisionado como era de esperar por su partido, y para mayor énfasis con el simple objetivo de informarse.

"Estoy aquí de la misma manera que estuve antes en el Reino Unido, Bélgica o España; o que el próximo sábado estaré en Barcelona pronunciando una conferencia en la fundación Olof Palme", señala. "Y luego participaré n un coloquio sobre las religines y su compromiso con la paz y acabaré antes de fin de mes en la universidad de Alcalá de Henares donde, ante la presencia de los Reyes de España, pronunciaré otra conferencia".

Pero a pesar de todas estas manifestaciones, Ait Ahmed hizo ayer algo más que informar sobre su país y efectuó un inesperado llamamiento para internacionalizar el conflicto de Argel,de la misma manera que se ha hecho con la antigua Yugoslavia, todo en un desesperado intento de poner fin al proceso de auto destrucción en que se encuentra sumida su nación.

"La integridad física de la población argelina está en juego. No se puede rechazar la asisten cia a un pueblo en peligro. Es escandaloso continuar aplicando a Argelia una Inframoral y un tratamiento discriminatorio en materia de salvaguardia de los derechos del hombre señaló el líder socialista en la sala en que discutía toda la oposición. "La comunidad internacional y singular mente las Naciones Unidas, de ben aceptar sus responsabilidades" en Argelia.

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