Apuntes 'cum laude'

Dos asociaciones de estudiantes universitarios, una en la autónoma y otra en la Politécnica, han hecho de la imaginación regla y han montado dos originales bibliotecas paralelas a las oficiales.La de la Universidad Politécnica se trata de una auténtica biblioteca de apuntes. Según los organizadores, la delegación de alumnos de la Escuela Técnica de Ingenieros Aeronáuticos es única y muy útil: "Mucho de lo que se pregunta en los exámenes no está en ningún libro, y debemos estudiarlo en los apuntes de clase", cuenta Pedro, miembro de la delegación y uno de los responsables de la biblioteca. Los ...

Dos asociaciones de estudiantes universitarios, una en la autónoma y otra en la Politécnica, han hecho de la imaginación regla y han montado dos originales bibliotecas paralelas a las oficiales.La de la Universidad Politécnica se trata de una auténtica biblioteca de apuntes. Según los organizadores, la delegación de alumnos de la Escuela Técnica de Ingenieros Aeronáuticos es única y muy útil: "Mucho de lo que se pregunta en los exámenes no está en ningún libro, y debemos estudiarlo en los apuntes de clase", cuenta Pedro, miembro de la delegación y uno de los responsables de la biblioteca. Los apuntes, a los que cualquier estudiante de la escuela tiene acceso -previo pago de una cuota de 500 pesetas por año-, deben pasar una revisión previa, hecha por los miembros de la delegación, que desechan los apuntes con mala letra o de alumnos que no han aprobado.

La idea partió de los estudiantes que integraban la delegación hace cinco años, pero hasta el curso pasado no se reunió un buen número de apuntes, hasta llegar a 40 asignaturas archivadas con canutillo, que incluyen problemas resueltos, gráficos caseros y notas manuscritas.

La razón de que mucha gente cediera el año pasado sus apuntes para ser utilizados en la biblioteca no es de ninguna manera filantrópica: "Se pagaban 1.500 pesetas por asignatura aceptada", cuenta Nieves, otra integrante de la delegación. "Pero en este curso las cosas han cambiado, y hay ya bastante gente que ofrece voluntaria y desinteresadamente sus apuntes de clase", contraataca Pedro, quien cree que este año completarán la biblioteca: "Quedan unas cuantas asignaturas por cubrir, y hemos puesto un anuncio en el periódico de la escuela; yo creo que lo conseguiremos", añade.

En la Universidad Autónoma, otra asociación de estudiantes ha tomado también la iniciativa. La Asociación de Estudiantes de Biológicas (BEA) ha dedicado parte de sus fondos a comprar libros para prestar a sus compañeros del campus. Más de 30 guías de campo sobre botánica, mamíferos, hongos, entre otras; enciclopedias sobre naturaleza, mapas de la comunidad y rutas ecológicas. "Pretendemos que este servicio sea útil a todos los alumnos que quieran documentarse cuando hagan excursiones y que dispongan de guías o textos que a lo mejor en la biblioteca no están disponibles", asegura Javier Díaz, coordinador de BEA.

El servicio es gratuito para todos los alumnos. Sólo tienen que acudir los jueves, días de préstamo y devolución, de 12.30 a 14.30 horas, a esta delegación de estudiantes, situada en la segunda planta del edificio de Biológicas. El préstamo se reduce a un libro y un mapa por semana. Además, la asociación ha establecido una serie de sanciones si los alumnos se retrasan en las devoluciones o deterioran los libros. El primer despiste se pagará con una semana sin sacar libro, el segundo se sancionará con dos semanas sin préstamo. Por último, al tercer retraso o tardanza superior a un mes se castigará al alumno sin libro en lo que resta de curso.

Si el deterioro del ejemplar es pequeño, el alumno tiene que pagar el arreglo y una multa de 15 días sin libro. Si el destrozo es completo o se pierde el libro, el alumno deberá reponer el volumen.