Una red secuestraba y prostituía a extranjeras en Barcelona

Iveta Cizkova e Ingrid Portelekyova, dos jóvenes checas de 18 años, siempre tendrán un mal recuerdo de Barcelona. En los casi dos meses que permanecieron en la ciudad apenas pudieron pisar sus calles. Fueron engañadas, detenidas ilegalmente y obligadas a prostituirse. Cuando pudieron escaparse pusieron a la policía sobre la pista de una banda de proxenetas que fue desarticulada en la madrugada de ayer, tras registrar cinco prostíbulos y detener a 17 personas.Iveta e Ingrid eran aventureras y leyeron en la prensa checa un anuncio sugestivo que les ofrecía trabajo en Barcelona, con un sueldo tre...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Iveta Cizkova e Ingrid Portelekyova, dos jóvenes checas de 18 años, siempre tendrán un mal recuerdo de Barcelona. En los casi dos meses que permanecieron en la ciudad apenas pudieron pisar sus calles. Fueron engañadas, detenidas ilegalmente y obligadas a prostituirse. Cuando pudieron escaparse pusieron a la policía sobre la pista de una banda de proxenetas que fue desarticulada en la madrugada de ayer, tras registrar cinco prostíbulos y detener a 17 personas.Iveta e Ingrid eran aventureras y leyeron en la prensa checa un anuncio sugestivo que les ofrecía trabajo en Barcelona, con un sueldo tres veces superior al de su país. Se entrevistaron con un alemán, quien les facilitó los billetes, y a su llegada a Barcelona, el pasado julio, fueron recibidos por una pareja, Juan José Faus, de 41 años, y Monique Aliesi, de 22 años. A partir de ese momento comenzó su calvario.

Su trabajo no tenía nada que ver con lo del anuncio. Fueron separadas y recluidas en dos pisos de la calle de Laforja, 109, y Nou de la Rambla, 105. Se les retiró el pasaporte y a base de amenazas, intimidaciones e incluso violencia física fueron obligadas a prostituirse sin percibir dinero por ello. Una de ellas no comenzó la carrera hasta justo el día en que cumplía 18 años.

No volvieron a verse hasta que la rotación que les imponía la organización de proxenetas las hizo coincidir en uno de los prostíbulos. Se escaparon, sin dinero ni documentación, y al primer policía que encontraron le explicaron su dramática historia, lo que desencadenó la investigación.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En