Cazador trashumante
El primer madrileño trashumante no se dedicaba a la ganadería. Era un cazador nómada, aunque de costumbres estacionales. Los orígenes de la trashumancia podrían rastrearse hasta finales del Paleolítico (hace más de 15.000 años). Los hielos de la última glaciación se retiraban y cada año los desplazamientos estacionales de los animales salvajes en busca de pastos frescos llegaban un poco más al norte. Esto sigue ocurriendo ahora entre los hervíboros africanos. Se establecieron así las rutas migratorias más practicables. Los humanos contemporáneos, clanes de cazadores-recolectores, se ada...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El primer madrileño trashumante no se dedicaba a la ganadería. Era un cazador nómada, aunque de costumbres estacionales. Los orígenes de la trashumancia podrían rastrearse hasta finales del Paleolítico (hace más de 15.000 años). Los hielos de la última glaciación se retiraban y cada año los desplazamientos estacionales de los animales salvajes en busca de pastos frescos llegaban un poco más al norte. Esto sigue ocurriendo ahora entre los hervíboros africanos. Se establecieron así las rutas migratorias más practicables. Los humanos contemporáneos, clanes de cazadores-recolectores, se adaptaron necesariamente a la trashumancia: sus movimientos tenían que seguir los pasos de su fuente alimenticia. Cuándo el hombre aprendió a domesticar tuvo que amoldarse a las migraciones de sus rebaños: pasó a ser ganadero.