Cartas al director

Aborto

Es difícil guardar silencio ante una frase clave en su editorial Ni sí ni no al aborto. Junto a afirmaciones razonables, defienden ustedes "la responsabilidad de la mujer en el centro de un problema que, sobre todo, le concierne a ella". Es mucho más cierto que el problema del aborto concierne sobre todo... al abortado. Quien aborta suele seguir viviendo y quien es abortado muere. Recordar tan evidente perogrullada no equivale a recomendar la cárcel como solución expeditiva a tan difícil cuestión. Sería preferible que EL PAÍS dejara las caricaturas en las manos de Máximo y Peridi...

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Es difícil guardar silencio ante una frase clave en su editorial Ni sí ni no al aborto. Junto a afirmaciones razonables, defienden ustedes "la responsabilidad de la mujer en el centro de un problema que, sobre todo, le concierne a ella". Es mucho más cierto que el problema del aborto concierne sobre todo... al abortado. Quien aborta suele seguir viviendo y quien es abortado muere. Recordar tan evidente perogrullada no equivale a recomendar la cárcel como solución expeditiva a tan difícil cuestión. Sería preferible que EL PAÍS dejara las caricaturas en las manos de Máximo y Peridis, que las dibujan mucho mejor que sus editorialistas.-

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