Un edil del PP paga con fondos públicos la suscripción a un semanario franquista

El concejal de Circulación y Transportes de Madrid, José Antonio García Alarilla, reconoció ayer que su área paga desde hace tres años una suscripción anual al semanario franquista La Nación (subtitulado "Semanario Nacional Independiente"). La comisión de Gobierno celebrada ayer aprobó un gasto de 13.000 pesetas (con cargo al presupuesto municipal) para una nueva suscripción anual al citado semanario. En el último número de La Nación se leen artículos encabezados con frases como "Franco tenía razón" o destacados como éste: "La realidad demuestra que las democracias, en todo tiemp...

El concejal de Circulación y Transportes de Madrid, José Antonio García Alarilla, reconoció ayer que su área paga desde hace tres años una suscripción anual al semanario franquista La Nación (subtitulado "Semanario Nacional Independiente"). La comisión de Gobierno celebrada ayer aprobó un gasto de 13.000 pesetas (con cargo al presupuesto municipal) para una nueva suscripción anual al citado semanario. En el último número de La Nación se leen artículos encabezados con frases como "Franco tenía razón" o destacados como éste: "La realidad demuestra que las democracias, en todo tiempo y lugar, ni son pacíficas, ni son justicieras, ni son morales", y anuncios de libros titulados Historia de la cruzada española o Los nazis hablan.

García Alarilla admite que su departamento está suscrito a este semanario. "Alguien vino a ofrecerlo hace tiempo", dijo ayer, y añadió que el alcalde, José María Álvarez del Manzano, también está suscrito. "Estamos suscritos a esa publicación y a otras; hay que estar abierto a todas las opiniones", comentó el edil, a quien, sin embargo, no le suena que en su despacho se reciban revistas de otras tendencias o partidos (por ejemplo El Socialista). Cuando se le preguntó a García Alarilla si también se suscribiría al diario independentista Egin si se lo ofreciesen, contestó: "No, porque no es de Madrid".

Este diario intentó ayer hablar con el editor de La Nación, Félix Martialay, quien se encontraba de viaje. La persona que atendió al teléfono calificó la línea del semanario de "franquista, pero no ultraderechista".