La Casa de Vacas se llena de relojes y color

Había monjas con botines que bebían cava apostadas en la barra, grafiteros contratados en la periferia de la ciudad que pintaron con spray los muros de la Casa de Vacas, diseñadoras de la talla de Elisa Brachi, una representación de la dinastía flamenca de los Habichuela, y hasta Daniel Anglada, campeón de España de escalada, realizó una demostración de su habilidad para subir por las paredes.Swatch tenía controlado todo hasta el mínimo detalle para que nada fallara en la inauguración de Emotion, una retrospectiva que resume los 12 años de historia de esta archiconocida firma sui...

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Había monjas con botines que bebían cava apostadas en la barra, grafiteros contratados en la periferia de la ciudad que pintaron con spray los muros de la Casa de Vacas, diseñadoras de la talla de Elisa Brachi, una representación de la dinastía flamenca de los Habichuela, y hasta Daniel Anglada, campeón de España de escalada, realizó una demostración de su habilidad para subir por las paredes.Swatch tenía controlado todo hasta el mínimo detalle para que nada fallara en la inauguración de Emotion, una retrospectiva que resume los 12 años de historia de esta archiconocida firma suiza, cuyos relojes de plástico y colores lucen unos 80 millones de personas en todo el mundo.

Las puertas de la Casa de Vacas se abrieron a los acordes de La calle de Alcalá, interpretada por la Banda Municipal. La propia Agatha Ruiz de la Prada formaba parte de Emotion. La diseñadora lució la noche del martes uno de sus trajes-reloj: un vestido de lana con relojes incrustados y un corazón fosforescente. La acompañaban otras modelos, una con una corbata que se movía a un lado y a a otro como las manecillas de un reloj enloquecido y otra con un pajarito que salía de un minivestido verde. Confundido entre el público estaba el esposo de la diseñadora, Pedro J. Ramírez, director de El Mundo.

Entre las 500 personas que acudieron a la cita de Swatch se encontraba también una representación de los 150.000 coleccionistas de estos relojes. "Mira los de las frutas. Yo los tengo todos", señalaba un coleccionista. "Sí, sí, yo también", le replicaba el amigo refiriéndose a unos modelos inspirados en vegetales realizados por Alfred Holfkunst.

La muestra recoge piezas de las 22 colecciones presentadas por Swatch desde 1983, fecha de su creación, y los diseños de los 34 artistas que han colaborado con esta firma. En vitrinas de cristal celosamente guardados están expuestos el neobarroco reloj diseñado por Vivianne Westwood, la estilista que subió el punk a las pasarelas; el modelo diseñado por del californiano Sam Francis del que se hicieron sólo 100 copias y una de ellas llegó a manos del Rey; el del arquitecto Alessandro Mendini o los del inconfundible keith Haring.

Y colgado en la pared, entre los bocetos realizados por otros artistas, el dibujo en papel que Pedro Almodóvar ha realizado para la creación del modelo 1.001 de la firma, que cronometrará oficialmente los Juegos Olímpicos de Atlanta 96. La exposición cuenta además con miniestantes con correas de repuesto u otros accesorios imprescindibles para poner a punto el reloj de siempre. Los fines de semana se realizarán jornadas de graffiti y escalada urbana abierta al público. Los emuladores de Anglada podrán deslizarse por una pared decorada con las tres últimas creaciones de la casa.

Emotion, en Casa de Vacas del Retiro, hasta 9 de octubre. Lunes a viernes, de 11.00 a 21.00. Fines de semana, 10.00 a 22.00. Gratis.

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