El Gobierno estudia pasar la fiesta de la Constitución al 1 de diciembre desde 1995

El Ministerio de Trabajo cambiará el calendario laboral en 1995 para evitar el prolongado puente del Día de la Constitución (6 de diciembre) y de la Inmaculada (8 de diciembre) que, prácticamente, todos los años paraliza las empresas y la actividad productiva durante una semana. A partir del próximo ano, y "con carácter definitivo", el día en que se celebra el aniversario de la Carta Magna seguirá siendo fiesta oficial pero no laboral y el descanso en las empresas se trasladará al 1 de diciembre.Esa propuesta de Trabajo ha sido enviada a consulta de los empresarios y los sindicatos y, en princ...

El Ministerio de Trabajo cambiará el calendario laboral en 1995 para evitar el prolongado puente del Día de la Constitución (6 de diciembre) y de la Inmaculada (8 de diciembre) que, prácticamente, todos los años paraliza las empresas y la actividad productiva durante una semana. A partir del próximo ano, y "con carácter definitivo", el día en que se celebra el aniversario de la Carta Magna seguirá siendo fiesta oficial pero no laboral y el descanso en las empresas se trasladará al 1 de diciembre.Esa propuesta de Trabajo ha sido enviada a consulta de los empresarios y los sindicatos y, en principio, no ofrece ningún rechazo. De esta forma se quiere reducir sensiblemente el largo periodo de inactividad laboral que se produce con los dos días festivos alternos y los dos fines de semana más próximos. Según cálculos empresariales, produce unas pérdidas de 300.000 millones de pesetas en el conjunto de los centros de trabajo.

Para este año el calendario laboral está aprobado y publicado en el Boletín Oficial del Estado, pero aún así Trabajo intenta modificar el disfrute de unas fiestas que caen en martes (Constitución) y jueves (Inmaculada). Su propuesta es que el descanso laboral correspondiente al Día de la Carta Magna se traslade del 6 de diciembre al día 9 de ese mes -cae en viernes- Esos cambios en el calendario laboral se han decidido una vez que la Conferencia Episcopal se ha negado a trasladar la festividad de la Inmaculada.