Un neón la torre

El Círculo de Bellas Artes brillará con luz propia. Un neón con el anagrama de la institución será colocado en el torreón que corona su sede, en la calle de Alcalá. "Así se nos verá de noche", aduce Pedro García Ramos, presidente del Círculo.Tras su rehabilitación, la torre es otra. Porque ofrece el aspecto que deseó el arquitecto Antonio Palacios cuando la diseñó, y que lucía el día de su inauguración en 1926. Maltratada por el paso de tiempo y los añadidos sin ningún miramiento en décadas pasadas, su estructura se hallaba oculta parcialmente por paneles, antenas y aparatos sin uso.

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El Círculo de Bellas Artes brillará con luz propia. Un neón con el anagrama de la institución será colocado en el torreón que corona su sede, en la calle de Alcalá. "Así se nos verá de noche", aduce Pedro García Ramos, presidente del Círculo.Tras su rehabilitación, la torre es otra. Porque ofrece el aspecto que deseó el arquitecto Antonio Palacios cuando la diseñó, y que lucía el día de su inauguración en 1926. Maltratada por el paso de tiempo y los añadidos sin ningún miramiento en décadas pasadas, su estructura se hallaba oculta parcialmente por paneles, antenas y aparatos sin uso.

La restauración, dirigida por Antonio Mas-Guindal, ha descubierto la cúpula en forma de mastaba que remata el torreón. Mas-Guindal está tratando el edificio con auténtico mimo. "Estaba fatal, lleno de agujeros", explica. La ubicación del edificio, entre la Gran Vía y la calle de Alcalá es privilegiada. Por ello, distintas emisoras de radio aprovecharon su altura para instalar en él sus repetidores. Mas-Guindal sólo ha respetado una antena de Radio Nacional, aún en uso.

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