Opiniones sobre Cuba

Desearía, para variar, expresar una opinión algo diferente sobre Cuba y Fidel; en contra de lo que en los últimos tiempos parece primar como únicos argumentos coherentes, veraces y válidos para solucionar todos los problemas de la isla.Prácticamente todos los países de Latinoamérica sufren, en mayor o menor medida, y de hecho la ausencia de democracia, la miseria galopante. y el caciquismo que burla cualquier parecido con el Estado de derecho. ¿De qué tienen miedo en Estados Unidos y todos los países desarrollados al arremeter con todos sus efectivos, tanto políticos como económicos, así como ...

Desearía, para variar, expresar una opinión algo diferente sobre Cuba y Fidel; en contra de lo que en los últimos tiempos parece primar como únicos argumentos coherentes, veraces y válidos para solucionar todos los problemas de la isla.Prácticamente todos los países de Latinoamérica sufren, en mayor o menor medida, y de hecho la ausencia de democracia, la miseria galopante. y el caciquismo que burla cualquier parecido con el Estado de derecho. ¿De qué tienen miedo en Estados Unidos y todos los países desarrollados al arremeter con todos sus efectivos, tanto políticos como económicos, así como el inestable apoyo de sus intelectuales reaccionarios, contra el régimen cubano?

Levántese el bloqueo comercial de 30 años. Déjese vivir a Cuba independiente. Cuba, que se libró con su revolución del nido de gánsteres democráticos que la saqueaba democráticamente; y no tuvo más remedio, en esos tiempos, que pedir ayuda para librarse de ser invadida democráticamente; como sin duda hubiese sucedido.

Tratemos de eliminar las injusticias y la miseria de Guatemala, El Salvador, Honduras, Ecuador, Perú; solucionemos la angustiosa habitabilidad de la ciudad de México, los gamines de Bogotá, la mafia de Medellín, la cochambre de Sao Paulo.

Estados Unidos probablemente tiene miedo, y por ello la cuestión de la isla está siempre en el candelero. Por encima de miserias humanas infinitamente más serias y enormes. Se tiene miedo, en general, a que el triunfo social de la revolución de Castro pueda poner en cuestión nuestro sistema y desenmascare nuestro egoísmo.-