La Junta andaluza justifica su silencio sobre Gillette en un pacto con el comité

El consejero de Economía de la Junta de Andalucía, Jaime Montaner, justificó ayer el mutismo del Gobierno andaluz sobre la identidad del inversor que asumirá parte de la plantilla afectada por el cierre de Gillette en un pacto exigido por los sindicatos para que la anunciada resolución de la crisis no tenga incidencia electoral. Según explicó el consejero, el comité de empresa, pese a que están en juego los puestos de trabajo de 242 personas, no quería ni siquiera mantener una reunión con la Junta hasta después de hoy, jornada electoral."No vamos ni siquiera a despejar dudas sobre la posible i...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El consejero de Economía de la Junta de Andalucía, Jaime Montaner, justificó ayer el mutismo del Gobierno andaluz sobre la identidad del inversor que asumirá parte de la plantilla afectada por el cierre de Gillette en un pacto exigido por los sindicatos para que la anunciada resolución de la crisis no tenga incidencia electoral. Según explicó el consejero, el comité de empresa, pese a que están en juego los puestos de trabajo de 242 personas, no quería ni siquiera mantener una reunión con la Junta hasta después de hoy, jornada electoral."No vamos ni siquiera a despejar dudas sobre la posible identidad. Hemos llegado a este pacto y lo vamos a respetar", aseguró ayer Montaner. Por su parte, el comité de empresa mantiene que desconoce el nombre y justifica que el Gobierno no se lo ha querido decir.

Esta insólita situación, en la que las partes no quieren desvelar la posible solución de uno de los conflictos laborales de más repercusión nacional, culminó el viernes cuando, después de la reunión en la que los representantes de los trabajadores no quisieron conocer el nombre del inversor a pesar de que se ofrecieron garantías de su existencia, según dice la Junta, la plantilla mantuvo las movilizaciones, que se trasladaron de su lugar habitual, en el centro de Sevilla, al muelle donde Izquierda Unida celebró su mitin de final de campaña.

"El comité de empresa ha estado dirigido por CCOO, que, desde el principio, ha utilizado políticamente el conflicto", aseguró Montaner para explicar cómo una plantilla amenazada por el cierre de la factoría en la que trabaja no ha querido conocer la identidad del inversor que afrontará su situación.

Sorptesa en Euskadi

En el País Vasco, ni representantes de la patronal vasca y vizcaína consultados por este periódico, ni altos responsables de la consejería de Industria, ni diputados del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en el Congreso de los Diputados, ni los diferentes sindicatos conocían nada sobre la identidad del nuevo inversor.

Los datos facilitados por el director general de Industria del Gobierno andaluz, Julio Alba, sobre el perfil del empresario vasco hicieron pensar en un principio en Juan Celaya. Este ingeniero industrial, responsable entre otras de Cegasa -dedicada a la fabricación de pilas- y Tuboplast -productora de envases de dentífricos y espumas de afeitar- negó en la noche del viernes conocer nada acerca de esta operación, informa Aitor Guenaga desde Bilbao.

Julio Alba anunció el viernes que presentará al nuevo inversor este martes. El ingeniero industrial no revelado por la Junta de Andalucía es propietario de un grupo de siete empresas que da empleo a unas 900 personas.

Sobre la firma

Archivado En