Otro punto de vista sobre el Pulitzer

Hace ya casi un mes leí en esta sección del periódico un texto titulado así: Vergüenza por el Pulitzer. Pues bien, aunque ha pasado ya casi un mes, quisiera dar mi opinión y exponer aquí las conclusiones que yo saqué después de ver, el reportaje que Informe semanal emitió sobre las polémicas fotos que más adelante darían el Premio Pulitzer de fotografía a su autor. He de decir que estoy convencida de que este señor no fue buscando la fama y el dinero, sino denunciar a través de estas tomas el horror de la hambruna que están padeciendo algunos países de África.Es cierto que el fot...

Hace ya casi un mes leí en esta sección del periódico un texto titulado así: Vergüenza por el Pulitzer. Pues bien, aunque ha pasado ya casi un mes, quisiera dar mi opinión y exponer aquí las conclusiones que yo saqué después de ver, el reportaje que Informe semanal emitió sobre las polémicas fotos que más adelante darían el Premio Pulitzer de fotografía a su autor. He de decir que estoy convencida de que este señor no fue buscando la fama y el dinero, sino denunciar a través de estas tomas el horror de la hambruna que están padeciendo algunos países de África.Es cierto que el fotógrafo, tras espantar al buitre, no hizo nada más por esa pobre niña, y esto hirió nuestra sensibilidad, porque acostumbrados como estamos a ver los horrores del Tercer Mundo por televisión, como si de una película se tratase, nos hubiéramos quedado más tranquilos (me incluyo) si aun sabiendo que miles de niños se encontraban en la misma situación que ella, al menos la protagonista se hubiera salvado.

Quiero decir con esto que, aunque duras, el fotógrafo expuso sus razones de por qué no hizo nada, y es difícil y yo al menos no me atrevo a juzgar su actuación desde aquí, desde nuestra casa y desde un contexto y mundo tan diferente como es el nuestro.

Lo que es evidente es que si sólo hubiera pretendido ganar el Pulitzer no habría elegido el reino de Hades como inspirador de su talento artístico, se habría quedado en cualquier lugar del hemisferio norte fotografiando una imponente puesta de sol o de luna o la hermosa y desbordante sonrisa de un niño sano, y sin embargo no lo hizo. Es por esto por lo que quiero felicitarle, porque profesionales como él ayudan a despertar un poquito las que aún, y tal vez más que nunca, siguen siendo las adormiladas conciencias de Occidente.-