Los madrileños se juegan mas de medio billón de pesetas, una cifra superior al presupuesto regional

Medio billón largo. Los madrileños gastaron el año pasado en juego 565.223 millones de pesetas, según los datos del Ministerio del Interior. Esta cifra, mayor que elpresupuesto del Gobierno regional o el del Ayuntamiento, coloca a Madrid en un lugar puntero en las inversiones en azar: 112.000 pesetas de gasto por habitante. Sin embargo, hay huella de crisis. El gasto total se redujo en un 3,2% respecto al año 92. En algunos juegos pintan bastos. A las ligeras bajadas del gasto en bingo y lotería nacional se añade una disminución del 14,2% en las tragaperras.

De los tres billones holgado...

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Medio billón largo. Los madrileños gastaron el año pasado en juego 565.223 millones de pesetas, según los datos del Ministerio del Interior. Esta cifra, mayor que elpresupuesto del Gobierno regional o el del Ayuntamiento, coloca a Madrid en un lugar puntero en las inversiones en azar: 112.000 pesetas de gasto por habitante. Sin embargo, hay huella de crisis. El gasto total se redujo en un 3,2% respecto al año 92. En algunos juegos pintan bastos. A las ligeras bajadas del gasto en bingo y lotería nacional se añade una disminución del 14,2% en las tragaperras.

De los tres billones holgados que el año pasado se jugaron en España (0,4% menos que en el año olímpico), los madrileños aportaron la sexta parte: una cantidad superior a los presupuestos de la Comunidad (487.000 millones de pesetas en 1994) y del Ayuntamiento (322.000).Por eso, mientras a cada ciudadano le correspondió jugar una media de 81.067 pesetas" al madrileño le tocaron 112.205. Y, según este análisis de la Comisión Nacional del Juego -dependiente del Ministerio del Interior-, el mayor bocado en la región fue para la ranura de los tragaperras (34.349 pesetas). La segunda opción fueron los bingos: cada madrileño gastó en ellos 30.773 pesetas, según la mencionada estadística.

Sin embargo, estas dos tentaciones de la suerte, junto con la Lotería Nacional (menos 0,47%), fueron las únicas que vieron rebajar la inversión total el año pasado en Madrid. El gasto en bingo se redujo en un 0,05%, pero se defiende bien si se mira la media nacional (descenso del 3,6%) o alguna provincia en particular (Asturias se lleva la palma del descenso, con un 20%).Freno al bingo

El año pasado hubo en la región 103 salas abiertas, una menos que en 1992. Tras años de crecimiento vertiginoso, el bingo frena. Aun así, en 1993 se jugaron casi 155.000 millones en este azar de cartones y bolitas. La comisión señala que cuatro comunidades, Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y "sobre todo Madrid" recaudan cerca de las dos terceras partes del total nacional del bingo.

Son las máquinas B, vulgo tragaperras, las que reciben el bajón más significativo: los madrileños gastaron un 14,2% menos que en 1992.

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En el sector dan una razón. "Es una consecuencia de la crisis económica general", explica José Sánchez Fallos, secretario general de la Asociación Española de Empresarios de Máquinas Recreativas (Facomare). Añade que también han cerrado salones recreativos.

Para una de las firmas destacadas del gremio, Recreativos. Franco, la mala situación económica "obliga a los ciudadanos a recortar sus gastos, sobre todo los que no son de primera necesidad"

Unos suben, otros bajan. Los juegos de azar también están sometidos a él. Así, el año pasado, la Bono Loto y las quinielas registraron aumentos espectaculares de recaudación (45,6% y 24%, respectivamente). Ambos son juegos baratos: 30 pesetas la apuesta deportiva y 10 duros la otra.El gasto en el cupón de la ONCE (a 20 duros la unidad) también creció, casi el 7% más, pero medio punto por debajo de la media nacional. La tónica madrileña en estos capítulos se corresponde con la general. El ascenso de la Lotería Primitiva fue más moderado, 2,6%, la mitad menos que en el conjunto de España.

Pero la subida no es sólo en azares al alcance de todos los bolsillos. El gasto efectuado por el medio millón de visitantes del Casino, donde la ruleta francesa es la reina, creció en un 5,7% (el gasto medio por visitante fue 16.325 pesetas). Sin embargo, la media nacional en estas casas de apuestas desciende en casi un 5%.A pesar de esos resultados, en el Casino no echan las campanas al vuelo. Más bien, todo lo contrario. "En lo que va de este año, los visitantes se han reducido en un 4%, y los ingresos, en un 13%. Viene menos gente y gasta menos", advierte el director comercial de la entidad, Alfredo Álvarez.

El público habitual del Casino -donde trabajan 775 empleados- ronda los 40 años. Paulatinamente, el número de mujeres se acerca al de los hombres. Las jugadoras son cuatro de cada seis, según Álvarez.

Aunque Madrid pueda ser diferente sobre el tapete, es igual que otras regiones en el porcentaje de premios. Tal como recuerda en su memoria la Comisión Nacional del Juego, el importe de las cantidades jugadas "no quiere decir que los españoles hayan perdido esa cifra". "Casi el 70% [de la inversión total] revierte en forma de premios a los jugadores".

La región ocupa el primer lugar en las cifras de gasto absoluto por comunidades, seguida por Andalucía (533.782 millones de pesetas), Cataluña (485.839) y Comunidad Valenciana (342.238).Competencia para Leguina

Hasta la fecha sólo siete de las comunidades autónomas tienen transferidas las competencias sobre juego. Se trata de Andalucía, Canarias, Cataluña, Galicia, Navarra, País Vasco y Comunidad Valenciana. Según señalan en el Ministerio del Interior, el traspaso a las restantes es una prioridad, si bien no hay fecha fijada.La Comisión Nacional del Juego mantiene un registro para aquellas personas que por problemas de adicción (ludopatía) o económicos deciden pedir que se les impida la entrada a los casinos, medida que también puede ordenar un juez. En 1993, el número de prohibidos subió en 1.462, hasta situarse en 21.682 personas en toda España. El registro de prohibidos en el bingo creció menos: de 9.763 a 11.532 ciudadanos. El azar no da gusto a todos.

Traga menos perras

El dictado tradicional que señala "a más crisis, más juego" se sigue cumpliendo, según la Asociación Española de Empresarios de Máquinas Recreativas (Facomare)."Lo que pasa es que cuando la situación económica es mala, la gente tiende a gastar más en aquellos juegos que tienen un premio más grande", puntualiza su secretario general, José Sánchez Fallos.

La gente anda peor de dinero, luego entra menos en los bares y, de hacerlo, se lo piensa dos veces antes de echar una moneda en la máquina, explica el representante de la asociación.

Las tragaperras tragan menos perras, aunque el descenso nacional (1,2%) es muy inferior al madrileño (14,2%). Según la Comisión Nacional del Juego, en la región hay 35.000 ingenios para probar la suerte con monedas. Sin embargo, en Facomare consideran excesiva la cifra: "Calculamos que hay unas 31.000, igual que hace un par. de años".

Amén de la bajada de ingresos, la crisis trae consecuencias en forma de cierres, sobre todo de empresas fabricantes. Al menos dos de ellas, Opercoin (de Vitoria) e Inder (en Madrid) han cesado en su actividad, señalan en facomare.

"El sector de las máquinas recreativas tiende a concentrarse en grandes empresas", explica el representante de los fabricantes. Es la otra consecuencia de la crisis.

¿Quién echa monedas por la ranura? Según Recreativos Franco, el perfil de la mayoría de los usuarios corresponde al "ciudadano mayor de edad, de talante equilibrado, que libremente decide tentar suerte". La empresa cifra en "el 1% o el 2%" el porcentaje de jugadores ludópatas.

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