Los escombros cimentan la futura Casa de Campo del este

Los gigantes de cuatro ejes pagan 700 pesetas por pasar. A los camiones más pequeños, el peaje les sale más barato: 500 pesetas abonan los de tres ejes (seis ruedas) y 400 pesetas los de dos (cuatro ruedas). El vigilante del vertedero de escombros Vercentro aplica estas tarifas, en horario ininterrumpido de ocho de la mañana a siete de la tarde, a más de 500 camiones cada día. Los vecinos aseguran que este vertedero, situado en la zona de Las Cárcavas (distrito de Hortaleza), en lo que será la futura Casa de Campo del Este, es ilegal.Los habitantes de este maltratado distrito esperan con ilusi...

Los gigantes de cuatro ejes pagan 700 pesetas por pasar. A los camiones más pequeños, el peaje les sale más barato: 500 pesetas abonan los de tres ejes (seis ruedas) y 400 pesetas los de dos (cuatro ruedas). El vigilante del vertedero de escombros Vercentro aplica estas tarifas, en horario ininterrumpido de ocho de la mañana a siete de la tarde, a más de 500 camiones cada día. Los vecinos aseguran que este vertedero, situado en la zona de Las Cárcavas (distrito de Hortaleza), en lo que será la futura Casa de Campo del Este, es ilegal.Los habitantes de este maltratado distrito esperan con ilusión el futuro pulmón verde pero la cimentación a base de escombros no les gusta lo más mínimo. La Coordinadora de Entidades Ciudadanas del distrito de Hortaleza alertó ayer de los peligros para la salud que pueden causar estos vertidos y la amenaza que representan para el futuro parque. "Los vertederos están siendo utilizados clandestinamente y el Ayuntamiento todavía no ha hecho nada para controlarlos", aseguró su portavoz Teresa Fernández, que pidió una entrevista con los concejales de Medio Ambiente y Limpiezas, Esperanza Aguirre y Luis Molina.

Según Ricardo Arias, presidente de la asociación de vecinos Las Cárcavas, los descampados, que carecen de vallas protectoras, no sólo reciben escombros. Afirma que bidones de aceite, electrodomésticos y restos de automóviles también acaban sus días en unos "terrenos rústicos de alto interés ecológico".