Una misión difícil

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El proceso de paz entre Siria e Israel es "muy difícil". El propio Warren Christopher, que está actuando como mediador entre ambos, lo reconoció anoche tras su encuentro en Jerusalén con el primer ministro, Isaac Rabin. "Los problemas son muy complicados y cada uno de ellos presenta una serie de dificuldades suplementarias", remachó durante una conferencia de prensa mantenida conjuntamente por ambos.Este pesimismo no impidió, sin embargo, que el secretario de Estado anunciara que iba a volver hoy mismo a Damasco para entrevistarse de nuevo con el presidente Hafez el Asad, con quien ya conversó durante más de tres horas el pasado domingo. Rabin, por su parte, se mostró también muy circunspecto. "Si el secretario de Estado decidió volver a Siria para proseguir las negociaciones, es que existe tal vez una esperanza. Tenemos que aprovecharla".

Christopher intenta acercar las Posiciones de los dos Gobiernos sobre el plan de paz propuesto por Israel, que prevé una retirada de los Altos del Golán escalonada en ocho años, un plazo que los sirios consideran inaceptable. Israel exige también una normalización plena de las relaciones bilaterales antes de completar la retirada de los territorios sirios ocupados.