Batallas a base de escándalos

Straperlo, Matesa y Guerra, tres referentes históricos en las denuncias de corrupciónI. G. MARDONES Madrid

Los escándalos políticos en España tienen importantes referencias históricas. Fernando Jiménez Sánchez ha analizado tres sobresaltos que han sacudido la escena política del siglo. Una teoría sobre el escándalo político; conflictos en la esfera pública de la España del siglo XX es fruto de varios años de estudio becados por la Fundación Juan March. En sus páginas afirma que este fenómeno no puede desligarse de la pugna por el control del poder y el dominio de la opinión pública.Jiménez escudriña tres de los grandes escándalos de corrupción: Straperlo, Matesa y Juan Guerra. Ninguno pasó e...

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Los escándalos políticos en España tienen importantes referencias históricas. Fernando Jiménez Sánchez ha analizado tres sobresaltos que han sacudido la escena política del siglo. Una teoría sobre el escándalo político; conflictos en la esfera pública de la España del siglo XX es fruto de varios años de estudio becados por la Fundación Juan March. En sus páginas afirma que este fenómeno no puede desligarse de la pugna por el control del poder y el dominio de la opinión pública.Jiménez escudriña tres de los grandes escándalos de corrupción: Straperlo, Matesa y Juan Guerra. Ninguno pasó en balde. "Al ser un instrumento de control social, es posible que termine produciendo efectos en el orden político: ya sea la desaparición de la escena del protagonista o el desequilibrio del régimen". Define el fenómeno "como una reacción de indignación de la opinión pública contra un agente político responsable de una conducta abusiva en el ejercicio del poder, una violación de la confianza de la sociedad, que reacciona estigmatizándolo".

En cierta manera, todos han supuesto una quiebra del curso de la historia como resultado de la pugna de las élites. El caso Straperlo afectó al Partido Radical, la única fuerza que hacía de contrapeso entre la derecha y la izquierda en la II República. Estalló en 1935, a partir de una denuncia de cohecho contra militantes radicales involucrados en la autorización de un juego de ruleta. El escándalo puso en evidencia la base corrupta del partido que lideraba Alejandro Lerroux. El centenar de escaños que poseía hasta las elecciones de febrero de 1936 se quedaron en cuatro. Su papel de árbitro se difuminó en dos frentes que acabaron enfrentándose en una guerra civil.

El caso Matesa salió a la luz en 1969, a causa de la lucha de las fuerzas políticas sobre las que se sostenía Franco. Querían tomar posiciones para asegurarse el poder con el futuro monarca, recién designado sucesor del general. El protagonista del escándalo era un triunfador al frente de una empresa modelo, Vilá Reyes, que debía 10.000 millones a un banco público. Los periódicos azules aprovecharon para minar el entramado del Opus Dei en, tomo a Franco y el futuro rey. Antes de que el Supremo se pronunciara, Franco indultó a los altos cargos. Reyes había escrito una carta a Carrero Blanco desde la prisión amenazando con revelar datos sobre el contrabando de divisas de 453 personalidades ligadas al régimen. El mayor escándalo de la dictadura se saldó con la salida de 12 ministros de su Gobierno y el reforzamiento del Opus Dei, al que se vinculaban los acusados.

El caso Juan Guerra estalla bajo un Gobierno con mayoría absoluta revalidada en tres ocasiones. Esta circunstancia frustró una investigación parlamentaria, pero la presión de los medios provocó la dimisión del vicepresidente Al fonso Guerra. Jiménez lamenta que se desaprovechara la ocasión para consensuar la exigencia del cumplimiento de la legalidad en la financiación de los partidos.

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