Hungría: vuelve la izquierda
La victoria clara y neta de los socialistas en la primera vuelta de las legislativas acaba de cerrar definitivamente el primer capítulo de la historia del poscomunismo. Con ocho meses de intervalo, Hungría y Polonia, los dos países que siempre han estado en la vanguardia de las reformas y de la resistencia al modelo soviético en Europa central, han basculado hacia la izquierda. Con la notable excepción de Estonia y de la República Checa, donde el muy liberal Vaclav Klaus sigue dominando la escena política, en todos los demás países los antiguos comunistas, más o menos metamorfoseados, vuelven ...
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La victoria clara y neta de los socialistas en la primera vuelta de las legislativas acaba de cerrar definitivamente el primer capítulo de la historia del poscomunismo. Con ocho meses de intervalo, Hungría y Polonia, los dos países que siempre han estado en la vanguardia de las reformas y de la resistencia al modelo soviético en Europa central, han basculado hacia la izquierda. Con la notable excepción de Estonia y de la República Checa, donde el muy liberal Vaclav Klaus sigue dominando la escena política, en todos los demás países los antiguos comunistas, más o menos metamorfoseados, vuelven a estar asociados con el poder.Sin embargo, el caso de Hungría es diferente, porque los socialistas húngaros, contrariamente a otros antiguos comunistas, han jugado a la transición democrática desde finales de los años ochenta, obligando a la vieja guardia comunista a hundirse. ( ... )
Al mirar de más cerca, la victoria de los socialistas húngaros hoy no es forzosamente tan distinta como la de los conservadores hace cuatro años: las dos formaciones preconizaban y preconizan todavía un cambio dentro de una cierta calma que tenía más de continuidad que de ruptura. Pero si la Unión Europea, fuente de tantas esperanzas, no se moviliza más para ayudar a esos países, correrá el riesgo de posibilitar la llegada de demagogos tanto o más peligrosos que el regreso de un pretendido peligro rojo.
, 10 de mayo