Una donación no cobrada como parte de un pago

La primera operación urbanística que puso en entredicho la gestión de Carmen Mestre data de 1991, cuando la presidenta de Cruz Roja Española abandonó la sede central de la institución, situada en Eduardo Dato, para trasladarse a El Plantío, a las afueras de Madrid. La operación consistió en realizar una permuta y el precio estimado del edificio se fijó en 1.594 millones de pesetas. Cuatro días más tarde, el nuevo dueño del inmueble, la empresa Signo Veintidos, S.A., conseguía de la Caja Postal un crédito hipotecario contra dicho edificio de 2.937 millones de pesetas."Sobre aquella operació...

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La primera operación urbanística que puso en entredicho la gestión de Carmen Mestre data de 1991, cuando la presidenta de Cruz Roja Española abandonó la sede central de la institución, situada en Eduardo Dato, para trasladarse a El Plantío, a las afueras de Madrid. La operación consistió en realizar una permuta y el precio estimado del edificio se fijó en 1.594 millones de pesetas. Cuatro días más tarde, el nuevo dueño del inmueble, la empresa Signo Veintidos, S.A., conseguía de la Caja Postal un crédito hipotecario contra dicho edificio de 2.937 millones de pesetas."Sobre aquella operación creo que quien tiene algo que decir es Caja Postal", dice Pedro Ramos, Secretario General de Cruz Roja. En Argentaria, corporación en la que está la antigua Caja Postal, no aportaron ayer ningún dato.

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Un alto cargo de Cruz Roja, que prefiere ocultar su identidad, asegura que el anterior presidente de la institución encargó varias tasaciones del edificio en las que se fijaba como precio idóneo el de 1.800 millones de pesetas. Esta misma fuente denunciaba ayer la escasa trasparencia de la gestión realizada por Mestre. "De la permuta se nos informó de la intención de hacer y, después, de que se había hecho. De esta nueva operación del Centro de Quemados apenas tenía noticias". Según reconoció ayer Pedro Ramos, efectivamente, había tasaciones del edificio que superaban la cifra de venta realizada después.

Diversas fuentes informaron en días pasados que en aquella operación se fijó también una donación de 200 millones de pesetas que podría considerarse parte del pago. Pedro Ramos admitió finalmente a EL PAÍS la existencia del donativo, aunque asegura que fue de 160 millones, y añadió que éste nunca llegó a cobrarse. "Lo de la donación fue posterior a la permuta y finalmente se realizó con letras de cambio que nunca pudimos cobrar". Ramos dijo que existía un documento al respecto, ya que una donación certificada es desgravable para cualquier empresa privada. "Ahora hemos puesto el asunto en nuestra asesoría jurídica para ver qué acciones podemos iniciar para recuperar ese dinero", aseveró ayer Ramos.

"La idea al abandonar la sede central consistía en reunir todas las oficinas en el edificio del hospital de Reina Victoria (en Madrid)", explican diversas fuentes. "Pero lo que está haciendo Carmen Mestre es abandonar edificios y malvenderlos. Nos estamos quedando sin patrimonio".

La inquietud interna en Cruz Roja se desató la semana pasada, cuando el miércoles, desde París, Carmen Mestre convocó una reunión extraordinaria del comité nacional para el viernes. El mismo viernes por la mañana, "dada la conflictiva situación política", se anuló la reunión.

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