"Clemente, ¡queremos a Michel!"

A Javier Clemente, seleccionador nacional, los universitarios no le dejaron ni respirar. Nada más entrar en la carpa, invitado por la organización del happening de la Universidad Complutense, empezaron los abucheos y los gritos: "¡Baboso!", le espetó uno de los mil estudiantes que habían acudido. "A ver", respondió el entrenador, "quién me ha llamado baboso? Que venga y me diga por qué", añadió Clemente, una vez sentado en el escenario. Ni corto ni perezoso, Alejandro Galindo, de 17 años, miembro, de Ultrasur, se acercó al escenario y se lo explicó: "Pues porque no pones a Michel en la ...

A Javier Clemente, seleccionador nacional, los universitarios no le dejaron ni respirar. Nada más entrar en la carpa, invitado por la organización del happening de la Universidad Complutense, empezaron los abucheos y los gritos: "¡Baboso!", le espetó uno de los mil estudiantes que habían acudido. "A ver", respondió el entrenador, "quién me ha llamado baboso? Que venga y me diga por qué", añadió Clemente, una vez sentado en el escenario. Ni corto ni perezoso, Alejandro Galindo, de 17 años, miembro, de Ultrasur, se acercó al escenario y se lo explicó: "Pues porque no pones a Michel en la selección" [aplausos de la concurrencia]. "Pues no pongo a Michel porque cada uno tiene su gusto", dijo Clemente [abucheos del público].Los estudiantes le preguntaron al entrenador, durante más de una hora y con una enciclopédica información, sobre todo lo relativo a la selección española. Incluso hicieron cola detrás del micrófono para dar su opinión. "¿Y por qué pones a Salinas?", preguntaba un alumno [nuevos aplausos]. "Porque es un goleador, ahí están los datos", respondió el entrenador [abucheos de la parroquia y sonrisita de Clemente]. Por la Complutense desfilaron ayer, por medio de unos estudiantes interesadísimos, los nombres de José María García [abucheos], Cruyff [grandes abucheos], Zubizarreta [abucheos y risas], Buyo [aplausos] y un largo etcétera.

Al final, Clemente se metió a los estudiantes en el bolsillo [gran ovación final] y hasta se permitió un consejo paternal: "Recordad que el futuro no es de gente de mi edad, sino vuestro".