El primer ministro belga, dispuesto a suceder a Jacques Delors al frente de la Comisión Europea
El primer ministro belga, el socialcristiano flamenco Jean-Luc Dehaene, está dispuesto a aceptar la presidencia de la Comisión Europea a partir del próximo 1 de enero, sustituyendo a Jacques Delors, si los jefes de Estado y de Gobierno se lo piden, según aseguraban ayer distintas fuentes próximas al Gobierno citadas por varios periódicos belgas. La candidatura de Dehaene cuenta con un creciente apoyo de los Gobiemos francés y alemán, que hasta ahora se decantaban por el actual primer ministro holandés, el también democristiano Ruud Lubbers.
La sucesión de Delors debe decidirse en junio ...
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El primer ministro belga, el socialcristiano flamenco Jean-Luc Dehaene, está dispuesto a aceptar la presidencia de la Comisión Europea a partir del próximo 1 de enero, sustituyendo a Jacques Delors, si los jefes de Estado y de Gobierno se lo piden, según aseguraban ayer distintas fuentes próximas al Gobierno citadas por varios periódicos belgas. La candidatura de Dehaene cuenta con un creciente apoyo de los Gobiemos francés y alemán, que hasta ahora se decantaban por el actual primer ministro holandés, el también democristiano Ruud Lubbers.
La sucesión de Delors debe decidirse en junio en la cumbre europea que se celebrará en la isla griega de Corfú. Los primeros ministros de la Unión Europea cuentan con un retrato robot que hace muy difícil la elección: debe pertenecer o haber pertenecido hasta fecha muy reciente al club de los primeros ministros, debe salir de un país pequeño y de las filas del Partido Popular Europeo, para respetar la alternancia reconocida implícitamente dentro del Consejo Europeo, y no puede significar un giro en la línea de continuidad y de ortodoxia comunitaria.El único candidato hasta ahora explícito es el actual comisario de Comercio Exterior, el británico Leon Brittan, que viene haciendo campaña desde el mes de enero. No reúne ninguna de las cuatro condiciones y pertenece al país que ha hecho gala en los últimos años de intentar frenar la construcción europea. Pero Brittan está haciendo una campaña impecable, en la que se presenta con posiciones propias y diferenciadas de las del primer ministro John Major, y más aún respecto a los euroescépticos.
Lubbers ha sido hasta ahora el candidato que reunía todas las condiciones y cuenta con el apoyo, expresado abiertamente, del presidente del Gobierno español, Felipe González. Han ido creciendo, sin embargo, las reticencias de franceses y alemanes, que consideran a Lubbers como excesivamente "intergubernamental" y "poco comunitario". Esgrimen como prueba la labor de su Gobierno en la preparación de la cumbre de Maastricht, durante la presidencia holandesa, y le hacen, responsable de buena parte de los defectos finales del tratado.
Las elecciones generales holandesas del próximo martes pueden dar la puntilla definitiva a Lubbers si su partido recibe un fuerte castigo del electorado, tal como revelan los sondeos, que llegan a pronosticar la pérdida de casi la mitad de sus actuales 54 escaños. En tal caso, los demócrata-cristianos pueden quedar incluso apeados del Gobierno, en el que vienen participando sin interrupción desde el final de la II Guerra Mundial, para dar paso a una coalición de centro-izquierda. Aunque Lubbers no se presenta y ha dejado el liderazgo a su sucesor, Elco Brikmann, muchos observadores consideran imposible apoyar a quien deje a su partido en la oposición y diezmado.
Jean-Luc Dehaene, finalmente, reúne también todas las condiciones. Su trabajo durante la presidencia belga de la UE, en la segunda mitad de 1993, le acreditó como un excelente negociador y constructor de complicados compromisos. Resolvió la difícil querella de las sedes de las instituciones comunitarias y puso en marcha el Libro Blanco sobre el empleo, que es hoy por hoy el único programa estratégico de los Doce.