Un leve arrebato de ternura

A Antonia Serra, una mujer de 40 años que junto con su hermana regenta el restaurante Madrid-Barcelona, uno de los de mas solera del centro de Barcelona, el discurso de González le despertó un leve arrebato de ternura. Viene de una cultura de izquierdas y ver al jefe de un Gobierno socialista acosado por los escándalos de corrupción la indujo, a su pesar, a la protección. Pero se mantiene crítica. "Han dilapidado la mentalidad, el patrimonio moral de la izquierda", lamenta refiriéndose genéricamente a los gobernantes, "y por eso me ha parecido insuficiente lo que González ha dicho sobre los ca...

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A Antonia Serra, una mujer de 40 años que junto con su hermana regenta el restaurante Madrid-Barcelona, uno de los de mas solera del centro de Barcelona, el discurso de González le despertó un leve arrebato de ternura. Viene de una cultura de izquierdas y ver al jefe de un Gobierno socialista acosado por los escándalos de corrupción la indujo, a su pesar, a la protección. Pero se mantiene crítica. "Han dilapidado la mentalidad, el patrimonio moral de la izquierda", lamenta refiriéndose genéricamente a los gobernantes, "y por eso me ha parecido insuficiente lo que González ha dicho sobre los casos de corrupción".El discurso del presidente no ha modificado su opinión de que "los Rubio y los Roldán han hecho auténticas chorizadas, de las que un Guerra no es capaz. Y González, menos". Pero para confiar en que se atajará el mal, cree que "tendría que caer alguno de los gordos". "Como Solchaga".

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Una cierta ternura por González se la indujo también Rodrigo Rato, el portavoz del PP. Antonia se quedó ante el televisor justo para escuchar las primeras reacciones de los grupos de la oposición y eso la ratificó en la necesidad de proteger a González. "¿Cómo puede decir la derecha que González es el pasado? El pasado es la derecha".

Serra contempló el inicio del debate parlamentario antes de ir al trabajo. Expresó sus impresiones ya entre el ajetreo de la hora de comer, aunque con moderación, "porque aquí viene gente de todos los colores". Considera positivo que González haya sabido llegar a un acuerdo con CiU para garantizar la estabilidad del Gobierno.

Y todo eso en una universitaria que ha pasado años militando en la izquierda y que ahora no quiere defender al PSOE. "Votar es cada día más complicado", dice con una cierta perplejidad, desde su situación de pequeña empresaria conforme con la reforma laboral -"tan necesaria", dice-. "En este país hacen falta mayorías muy amplias, un consenso fuerte, para resolver los problemas", sentencia. Continúa viendo a González, "ambiguo e inconcreto, pero menos que otras veces".

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