El Salvador celebra hoy sus primeras elecciones libres y sin disparos

"Este 20 de marzo demuestra tu poder votando". Este lema institucional martillea en las últimas horas los oídos de los habitantes de El Salvador. Todo está listo en esta castigada república centroamericana para lo que se ha dado en llamar "las elecciones del siglo". Por primera vez en su historia, los salvadoreños participarán hoy en unos comicios pluripartidistas. Y lo harán sin el estruendo y la amenaza de los disparos y sin la supervisión de un Ejército habituado a decidir los destinos del país sin contar con sus habitantes. El Salvador se prepara para una aventura incierta con una única as...

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"Este 20 de marzo demuestra tu poder votando". Este lema institucional martillea en las últimas horas los oídos de los habitantes de El Salvador. Todo está listo en esta castigada república centroamericana para lo que se ha dado en llamar "las elecciones del siglo". Por primera vez en su historia, los salvadoreños participarán hoy en unos comicios pluripartidistas. Y lo harán sin el estruendo y la amenaza de los disparos y sin la supervisión de un Ejército habituado a decidir los destinos del país sin contar con sus habitantes. El Salvador se prepara para una aventura incierta con una única aspiración: dejar atrás el terror, los doce años de guerra civil. En 1992 se firmó la paz. Ahora, la democracia da sus primeros pasos.

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ENVIADA ESPECIAL, Los 3.000 observadores internacionales están en sus puestos para verificar que la jornada electoral se desarrolla con limpieza. Las papeletas ya están repartidas. Incluso la denostada ley seca reina en todo el territorio desde las cero horas de ayer. Por coincidencia fortuita de los ciclos que marca la Constitución, los salvadoreños renovarán hoy todas las instituciones políticas del país: la presidencia de la nación, la Asamblea Legislativa y los ayuntamientos.El Salvador, hasta hace poco campo de pruebas de la barbarie, se ha convertido en terreno de experimentación democrática gracias a los acuerdos de paz que, bajo intensa presión internacional, firmaron oficialmente el Gobierno del conservador Alfredo Cristiani y la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) en enero de 1992.

El cumplimiento de los acuerdos -que incluían la desmovilización de la guerrilla, la depuración de las Fuerzas Armadas, la renovación del aparato judicial y la reforma agraria, entre otros puntos- está a medio camino. Y es en esta fase crucial donde entra en juego, por cuestiones de calendario, la reelección del poder legislativo y ejecutivo.

Ensayo electoral

Ahora los guerrilleros del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional son un partido político más y las Fuerzas Armadas estarán acuarteladas. "No sé si son las elecciones del siglo, pero sí son las que están preparadas para ser las más limpias", afirma el intelectual salvadoreñoDavid Escobar Galindo, asesor del presidente Cristiani y uno de los firmantes de los acuerdos de paz. "Son, eso sí, el primer ensayo electoral de un nuevo escenario en El Salvador".

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Nueve son las formaciones políticas que se presentan a los comicios, de las que tres, según las encuestas, tienen realmente alguna posibilidad de sacar buenos resultados: la Alianza Republicana Nacionalista (Arena), en el Gobierno desde 1988; la coalición Convergencia Democrática FMLN y, en menor medida, el Partido Demócrata Cristiano (PDC). El FMLN ha optado por formar una coalición con los socialcristianos de Convergencia en las elecciones presidenciales, en las que apoyan a Rubén Zamora. En las municipales y legislativas se presentan de forma independiente.

Los sondeos realizados por diversas instituciones del país coinciden en otorgar un 30% de los votos a Arena, un 20% a la coalición forjada por el FMLN y un 10% a los democristianos. El resto de las formaciones (dos veteranas, el Partido de Conciliación Nacional, la agrupación tradicional de los militares, en el poder desde 1962 hasta 1979, y el Movimiento Nacional Revolucionario, fundado en 1961 y miembro de la Internacional Socialista, y tres de reciente formación, dos partidos evangélicos y una escisión de la Democracia Cristiana) quedarán en posiciones marginales.

Los expertos de la Misión de las Naciones Unidas desplegada en El Salvador han advertido que es necesario poner en marcha todos los acuerdos alcanzados al firmar la paz para consolidar la democracia en el país.

El candidato de la derecha, Armando Calderón, se muestra convencido de ganar en la primera vuelta. Lo contrario, afirma, causaría la desestabilización del país, aunque su partido, Arena, asumirá con responsabilidad cualquier resultado. Al menos eso asegura.

El candidato a la presidencia de Convergencia Democrátira FMLN, Rubén Zamora, asegura, por su parte, que es la primera vez que tiene la oportunidad de luchar en igualdad de condiciones por un cargo político y pide a la población que, con su voto, le permita demostrar que puede solventar los problemas del país. Zamora es considerado en círculos políticos y diplomáticos como el candidato natural de la izquierda por su lucha durante la guerra civil por encontrar solución negociada al lado del FMLN.

Diplomáticos destacados en El Salvador señalaron también que, por primera vez en décadas, Estados Unidos no apoya a ninguno de los candidatos a la presidencia de El Salvador, a cuyo Gobierno y Ejército respaldó económica y militarmente en los doce años de guerra civil.

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