"Berlusconi es la última invención del viejo régimen

Leoluca Orlando, de 46 años, ha preferido seguir como alcalde de Palermo, la ciudad emblema de la ilegalidad mafiosa, a presentarse a las elecciones como líder del partido antimafia La Rete. Desde su ciudad dice ver a Silvio Berlusconi como el basurero que "recoge toda la chatarra del viejo régimen desprestigiado y sin poder".

ENVIADO ESPECIAL El Palacio de las Águilas, en donde está la alcaldía de Palermo, es como un puerto de mar. EL PAÍS ha pasado una jornada allí dentro, donde entrevistó a Orlando a las 2.20 de la madrugada, cuando se había ido la última visita: un equipo de ...

Leoluca Orlando, de 46 años, ha preferido seguir como alcalde de Palermo, la ciudad emblema de la ilegalidad mafiosa, a presentarse a las elecciones como líder del partido antimafia La Rete. Desde su ciudad dice ver a Silvio Berlusconi como el basurero que "recoge toda la chatarra del viejo régimen desprestigiado y sin poder".

ENVIADO ESPECIAL El Palacio de las Águilas, en donde está la alcaldía de Palermo, es como un puerto de mar. EL PAÍS ha pasado una jornada allí dentro, donde entrevistó a Orlando a las 2.20 de la madrugada, cuando se había ido la última visita: un equipo de televisión japonesa que recorre Europa entrevistando a los mayores líderes políticos. Antes habían desfilado muchas personas en busca de un puesto de trabajo, militantes de La Rete que preparan la campaña electoral, viudas de magistrados asesinados, empresarios a quienes de vez en cuando les sonaba el telefonino en el bolsillo y hablaban en voz baja de Berlusconi.

No hay números para hacer fila. La gente llega y espera sentada hasta en las escalinatas. Algunos se duermen en los sillones y prefieren esperar diez horas antes que perder su turno. Una sola condición: allí dentro, nadie con abrigo. "Por motivos de seguridad", dice la policía. Sobre la mesa de despacho del alcalde están aún los recortes de la prensa italiana que recogen la arremetida que días atrás Indro Montanelli hizo en EL PAÍS contra Orlando afirmando que su política ha supuesto "el triunfo de la Mafia".

Pregunta. ¿Qué le ha parecido la afirmación de Montanelli?

Respuesta. En los años treinta, Indro Montanelli decía, hablando de Benito Mussolini: "Amo a ese hombre, amo su pecho velludo y su cara de macho". Y en los años setenta invitaba a votar por Giulio Andreotti tapándose la nariz, y cuando éste fue implicado en los escándalos de la Mafia, Montanelli, desde la televisión, siguió defendiéndole. Montanelli no cree en el cambio ni es capaz de entender lo que ha pasado en Sicilia en estos años, donde el miedo y la vergüenza han liberado a miles de personas que por primera vez se han manifestado en la calle sin miedo tras los asesinatos de los jueces Falcone y Borselino.

P. Pero Montanelli dice que no se puede obtener en Sicilia el 75% de los votos si se está contra la Mafia.

R. Yo tuve un apoyo extraordinario fruto de un momento mágico que unió tantas esperanzas. Pero el 21 de noviembre votó un 15% menos que en las elecciones precedentes. En Palermo no votó la Mafia. Se abstuvo esperando a ver lo que iba a pasar, y ahora está preparando la revancha para estas elecciones.

P. Entonces, ¿por quién se prepara a votar la Mafia?

R. Recorriendo Italia y Sicilia se advierte que están surgiendo como hongos los clubes de Forza Italia detrás de los cuales están los vendedores de votos del viejo régimen y los exponentes mafiosos. Los personajes más significativos de la corriente andreottiana en Sicilia están con Silvio Berlusconi, que presenta una fuerza política que garantiza la impunidad. En este momento existe terror entre los magistrados italianos, porque si ganase el amigo y socio de Craxi tantas investigaciones en curso podrían ser bloqueadas y los jueces puestos bajo el control del poder Ejecutivo. Berlusconi es la última invención del viejo régimen para intentar sobrevivir.

P. Pero ¿quién es Berlusconi políticamente?

R. Representa una especie de liberalismo salvaje. Su modelo son los supermercados sin autorización. Y hasta los niños saben que los almacenes La Standa, de Catania, viven con la protección del mafioso Santa Paola, y La Standa de Palermo, con la protección de Totó Riina, hoy encarcelado. Y el propietario de La Standa es Silvio Berlusconi.

P. Pero hay gente que me dice por la calle que ahora le abandonarán a usted y votarán a Berlusconi porque están hartos e oir hablar de antimafia y lo que quieren es una ciudad limpia, sin sirenas y sin este tráfico infernal.

R. Berlusconi se presenta como primero en la lista en la Sicilia occidental y la palabra Mafia aún no ha salido de sus labios. Me imagino que alguien le habrá explicado que en Sicilia existe un fenómeno que se llama Mafia. Pero él no habla de ella para tranquilizar a quienes deben sostener su candidatura. No es casual que el administrador delegado de Publitalia, el brazo derecho de Berlusconi en esta campaña electoral, es un tal Dell'Utri, que en Palermo saben que es un sicialiano frecuentador de mafiosos y corruptos.

P. ¿Cree usted que durará el fenómeno Berlusconi?

R. Yo creo que ha sido hinchado. Representa sólo una especie de basurero que recoge toda la chatarra del viejo régimen desprestigiado y sin poder. Se le ha presentado como sucesor, a la vez, de la Democracia Cristiana y del Partido Socialista, pero por suerte estos partidos son hoy entes vacíos. La peor parte la recogerá Berlusconi. La mejor se dividirá entre las otras formaciones políticas.

P. Mario Pirani ha dicho a este diario que quizá estemos pagando el precio de haber arrinconado demasiado pronto a Andreotti, el hombre de las mediaciones

R. Llorar a Andreotti me parece excesivo. Si acaso debemos dolernos de haberle echado demasiado tarde. Si se hubiese ido hace 20 años hubiésemos ahorrado mucha ruina a Italia:

P. ¿Cree que los asesinatos de Falcone y Borsellino están hoy más claros que ayer o sigue siendo un misterio? (Hace ahora la pausa más larga de las varias realizadas antes de responder algunas preguntas)

R. Estamos ante un cambio radical. Si gana Berlusconi harán todo lo posible para convencernos de que esos magistrados fueron sólo víctimas de algún jefe mafioso de provincia. Pero si pierde podremos finalmente conocer toda la verdad, es decir, que fueron asesinados por una combinación perversa de Mafia y Estado.

P. ¿Se siente hoy más amenazado que en el pasado?

R. Ciertamente soy más fuerte que ayer, y por ello corro mayores riesgos, porque no soy sólo el alcalde de Palermo sino también un líder político nacional. Esto lo saben mis enemigos. Creo que cada día que pasa es más claro que este despacho tiene tres puertas: si salgo por ésta [la que está a sus espaldas] voy derecho al cementerio. Si salgo por aquélla [a su derecha, donde está su jefe de gabinete] me voy a casa, y si salgo por aquella. de en frente [la gran puerta central por donde entra la gente] voy a Palacio Chigi [sede de la presidencia del Gobierno en Roma]. Este despacho nunca fue en el pasado la antecámara al mismo tiempo de la muerte, de la expulsión o del Gobierno del país. Y es evidente que eso crea mayores peligros a mi persona.

P. ¿Cómo se prepara aquí en Palermo para convertirse en un líder nacional?

R. Convirtiendo a Palermo en una ciudad normal, demostrando que los valores de la legalidad sirven para dar respuestas concretas a problemas concretos. Hemos empezado ya. Me he constituido en parte civil en contra de los grupos del chantaje mafloso.