Israel se declara dispuesto a admitir a observadores extranjeros en los territorios

Frente a la ola de indignación internacional provocada por la matanza de la mezquita de Hebrón, Israel parece finalmente resignado a admitir, aunque con limitaciones, lo que siempre se había negado a aceptar: una presencia internacional en los territorios ocupados para asegurar la protección de la población palestina. El propio primer ministro, Isaac Rabin, lo afirmó anoche durante una reunión en Jerusalén con representantes de organizaciones judías internacionales. "Estaríamos de acuerdo con el estacionamiento de una presencia internacional en la franja de Gaza y Jericó", aseguró. Esta decisi...

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Frente a la ola de indignación internacional provocada por la matanza de la mezquita de Hebrón, Israel parece finalmente resignado a admitir, aunque con limitaciones, lo que siempre se había negado a aceptar: una presencia internacional en los territorios ocupados para asegurar la protección de la población palestina. El propio primer ministro, Isaac Rabin, lo afirmó anoche durante una reunión en Jerusalén con representantes de organizaciones judías internacionales. "Estaríamos de acuerdo con el estacionamiento de una presencia internacional en la franja de Gaza y Jericó", aseguró. Esta decisión del Gobierno israelí, así como la inminente liberación de un millar de presos palestinos, tienen por objetivo intentar reactivar un proceso de paz cada vez más moribundo.Unas horas antes de que Rabin anunciara esta intención, su representante ante las Naciones Unidas en Nueva York, Gad Yacobi, se había expresado en términos idénticos en una entrevista radiofónica. "Se está estudiando una fórmula de compromiso que determinaría si es posible una presencia internacional, civil o militar, en los territorios [ocupados] con tal que sea aceptada por ambas partes", dijo.

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Un portavoz de Rabin, sin embargo, se mostró más restrictivo al respecto, al recalcar que Israel distingue entre "presencia internacional" y "fuerzas internacionales", dando así a entender que el Estado hebreo sólo aceptará la presencia de observadores civiles. El compromiso firmado en septiembre pasado en Estados Unidos entre Rabin y Arafat ya aludía a "una presencia temporal internacional o extranjera" en los territorios, sin más precisión, pero Israel se había negado hasta ahora a dar el menor paso en esta, dirección.

Las presiones sobre el Gobierno israelí, sin embargo, no han dejado de crecer en los últimos días. El pasado sábado, el propio secretario general de las Naciones Unidas, Butros Butros-Gali, había sugerido el envío de observadores internacionales a la zona en una carta dirigida al primer ministro Isaac Rabin.

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