El Congreso apoya a Clinton en la 'guerra comercial' con Japón

Dos semanas después de que el presidente Clinton fracasara en el intento de cerrar un pacto comercial con Japón, el Congreso . estadounidense tomó la sartén por el mango al dar su apoyo a medidas que fuercen a Japón a abrir sus mercados a los productos norteamericanos o bien ser objeto de sanciones comerciales.Los legisladores aseguraron que introducirían una ley especial en línea con los esfuerzos de Clinton de acorralar a Tokio para que ceda a las demandas estadounidenses y, de este modo, frenar el desbocado déficit comercial que EE UU mantiene con Japón. Con esta normativa, Estados Un...

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Dos semanas después de que el presidente Clinton fracasara en el intento de cerrar un pacto comercial con Japón, el Congreso . estadounidense tomó la sartén por el mango al dar su apoyo a medidas que fuercen a Japón a abrir sus mercados a los productos norteamericanos o bien ser objeto de sanciones comerciales.Los legisladores aseguraron que introducirían una ley especial en línea con los esfuerzos de Clinton de acorralar a Tokio para que ceda a las demandas estadounidenses y, de este modo, frenar el desbocado déficit comercial que EE UU mantiene con Japón. Con esta normativa, Estados Unidos pretende revisar los principales productos de importación en Japón y fijar un calendario para ganar un acceso específico a su mercado.

Mientras tanto y con el deseo de limar las diferencias que enfrentan a Washington y a Tokio en el contencioso comercial, el secretario estadounidense del Tesoro, Lloyd Bensten, declaró ayer que se entrevistará con su homólogo japonés, Hirohisa Fujii, al margen de la reunión del Grupo de los Siete países más industrializados que ambos atienden este fin de semana en Francfort. "Discutiremos el acuerdo marco entre los dos países y de las vías para acelerar la demanda interna nipona", señaló durante una conferencia de prensa. Bensten destacó que EE UU dispone de toda una serie opciones de las que- se puede hacer uso si Japón no abre sus mercados a las importaciones estadounidenses, tal y como pide Washington.

Bensten negó en rotundo los rumores que circulan por el mercado de que ambos países han decidido sujetar un cambio de 110 yenes por dólar para calmar las tensiones surgidas tras la fuerte apreciación de la divisa nipona.

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