González y Aznar se reprochan el bloqueo del 'impulso democrático'

El bloqueo de las conversaciones entre el Gobierno y el Partido Popular para cubrir por acuerdo las vacantes del Defensor del Pueblo y de cinco miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) originó ayer un duro cruce de reproches entre los primeros espadas, Felipe González y José María Aznar. El jefe del Gobierno advirtió al PP que no pueden interrumpirse las conversaciones por la proximidad de unas elecciones, y Aznar recordó a González que durante la reunión que celebraron en octubre fijaron como plazo indicativo la fecha de finales de febrero para culminar las conversaciones de imp...

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El bloqueo de las conversaciones entre el Gobierno y el Partido Popular para cubrir por acuerdo las vacantes del Defensor del Pueblo y de cinco miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) originó ayer un duro cruce de reproches entre los primeros espadas, Felipe González y José María Aznar. El jefe del Gobierno advirtió al PP que no pueden interrumpirse las conversaciones por la proximidad de unas elecciones, y Aznar recordó a González que durante la reunión que celebraron en octubre fijaron como plazo indicativo la fecha de finales de febrero para culminar las conversaciones de impulso democrático.

Miembros de la delegación del Gobierno y del PP coincidían ayer en la necesidad de cerrar los acuerdos sobre las vacantes institucionales, pendientes de cubrir desde hace un año, por el espectáculo que se estaba dando ante la opinión pública. Es previsible que esta semana haya un nuevo encuentro entre ambas representaciones, aunque no una reunión al más alto nivel.González se mostró ayer particularmente duro con el PP, al que advirtió que "los ciudadanos no van a entender que, por razones electorales, uno finja tomar distancias y, cuando pase el proceso electoral, finja estar más próximo". González hizo estas declaraciones durante la rueda de prensa conjunta con el primer ministro israelí, Isaac Rabin.

Tras contestar que no tenía previsto entrevistarse con Aznar, manifestó: "Estamos influenciados por las proximidad, que a mí me parece lejanía, de una confrontación electoral en junio [elecciones europeas]". González insistió en que "la política nacional no puede someterse a los vaivenes de los procesos electorales", pues cada seis meses hay alguna convocatoria a las urnas.

"Intento de maquillaje"

Aznar relativizó el plazo de finales de febrero y acusó al Gobierno de hacer difícil el acuerdo por la "falta de criterio y coordinación". El presidente del PP expresó su impresión de que estas conversaciones no han sido más que "un intento de maquillaje, salvo que se arreglen a última hora, de posiciones ya conocidas muy poco proclives a lo que significa un correcto funcionamiento institucional".

El presidente del PP, que asistió a una asamblea a puerta cerrada del Círculo de Empresarios, reclamó que el Gobierno "se defina, aclare sus posiciones, coordine a sus distintos interlocutores y sepa lo que quiere", informa Victorino R. de Azúa. "Ahora, lo que se le puede pedir al Gobierno es, como mínimo, buena fé", indicó el presidente del PP, antes de manifestar su disposición "al mayor esfuerzo" si se le requiere para una reunión con González. A la pregunta de si esta eventual reunión permitiría desbloquear la situación, contestó: "Estamos dispuestos a hacer el mayor esfuerzo".

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Aznar ironizó sobre el hecho de que el presidente del Gobierno pida al PP que se defina "cuando tiene una situación tan pacífica en su propio partido".

Los socialistas creen que el PP está obstaculizando las conversaciones por razones electorales e ilustran a modo de ejemplo que el secretario general de este partido , Francisco Álvarez Cascos, pusiera sobre la mesa de negociación el lunes un tema conflictivo, como es el de la renovación del Consejo de Administración de RTVE, en vez de centrarse en cerrar el acuerdo sobre la reforma del reglamento del Congreso y las vacantes de los cargos institucionales, temas en los que las posiciones de ambos partidos están muy próximas.

El portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, coincidió ayer con esta apreciación de los socialistas al señalar que "el PP no quiere llegar a acuerdos sobre el impulso democrático".

Cambio de legislación

Anasagasti llegó a aconsejar al PSOE que si no logra el acuerdo con el PP, debe plantearse un cambio en la legislación, de forma que la elección de vacantes no necesite una mayoría de tres quintos, lo que haría innecesario el acuerdo con los populares. El ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, advirtió, que continuaría las conversaciones con otros grupos si se rompían con el PP.

El portavoz del Partido Popular en el Congreso, Rodrigo Rato, replicó, a su vez a Anasagasti y señaló que "plantearse que las instituciones del Estado, configuradas en el pacto constitucional, no sean elegidas por la mayor parte de la soberanía popular, y convertirlas en un arma de presión de la mayoría parlamentaria sobre las minorías, es un, paso atrás muy importante en cómo se entiende el consenso constitucional en España".

Rato extendió por elevación el reproche al presidente del Gobierno al que acusó de "electoralista" por aprobar fondos extraordinarios con destino al PER (Plan de Empleo Rural).

Propuesta de pacto autonómico

El vicesecretario general del PP, Mariano Rajoy, propuso ayer al presidente del Gobierno, Felipe González, que convoque a todos los partidos para tratar de alcanzar un pacto nacional para culminar el desarrollo autonómico. El dirigente del PP otorgó a este pacto el papel trascendental de completar las previsiones constitucionales en materia autonómica.Rajoy propone que el pacto debe resolver cuestiones abiertas como la definición de las competencias intransferibles y las transferibles a las comunidades autónomas; el problema de la financiación de las autonomías; aclarar el papel futuro del Senado como Cámara de las autonomías, que podría conllevar una reforma constitucional, así como la participación de las comunidades autónomas en las instituciones europeas.

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