Razón de peso
Cerca de mi casa, una multinacional francesa ha inaugurado una gran superficie comercial; como siempre, han surgido discrepancias con los pequeños comerciantes.Quiero exponer unas dudas que me han surgido contemplando el físico (pido perdón por mi curiosidad) de las cajeras del centro comercial. ¿Cómo es posible que todas las cajeras tengan esas estilizadas figuras? Habremos de convenir que, en efecto, existe discriminación hacia la mujer que no se adapta al patrón diseñado por algún astuto directivo. Mi opinión es que, además de ser esto moralmente deprimente, no debería de ser comercialmente...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Cerca de mi casa, una multinacional francesa ha inaugurado una gran superficie comercial; como siempre, han surgido discrepancias con los pequeños comerciantes.Quiero exponer unas dudas que me han surgido contemplando el físico (pido perdón por mi curiosidad) de las cajeras del centro comercial. ¿Cómo es posible que todas las cajeras tengan esas estilizadas figuras? Habremos de convenir que, en efecto, existe discriminación hacia la mujer que no se adapta al patrón diseñado por algún astuto directivo. Mi opinión es que, además de ser esto moralmente deprimente, no debería de ser comercialmente rentable, ya que una mujer rolliza es sinónimo de salud y buena alimentación, con lo cual qué mejor escaparate que un vientre inflado de fabada asturiana, unas poderosas manos reforzadas con espárragos de Navarra, unos mofletes sonrojados por el vino de la ribera del Duero y unos ojos abrillantados con cava catalán.
Conozco desde pequeño a una voluminosa tendera; si algún día tuviera que cerrar su negocio, no me gustaría que fuera rechazada para trabajar, en lo que lleva haciendo toda la vida, por una razón de peso, sino de seso.-