El periódico del Vaticano pone en duda la honestidad del PDS italiano

"Esperábamos una aclaración puntual de las muchas zonas de sombra que existen en las investigaciones [sobre corrupción] que implican al PCI-PDS", se leía ayer en L'Osservatore Romano, el periódico del Vaticano. Por el contrario, proseguía el artículo, el Partido Democrático de la Izquierda (PDS), ex comunista, denuncia el "compló electoral" y reclama la "presunción de inocencia, pero sólo para sus propios exponentes".

Con estas afirmaciones, el diario vaticano tomaba una posición sobre la presunta implicación del PDS en el sistema de corrupción italiano que implica un duro ataque a la c...

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"Esperábamos una aclaración puntual de las muchas zonas de sombra que existen en las investigaciones [sobre corrupción] que implican al PCI-PDS", se leía ayer en L'Osservatore Romano, el periódico del Vaticano. Por el contrario, proseguía el artículo, el Partido Democrático de la Izquierda (PDS), ex comunista, denuncia el "compló electoral" y reclama la "presunción de inocencia, pero sólo para sus propios exponentes".

Con estas afirmaciones, el diario vaticano tomaba una posición sobre la presunta implicación del PDS en el sistema de corrupción italiano que implica un duro ataque a la campaña electoral de este partido, basada precisamente en el hecho de que las investigaciones judiciales en- curso apenas le afectan.El tema de la pertenencia del Partido Comunista de Italia (PCI) y, por tanto" de su sucesor, el PDS, al sistema de las comisiones ilegales volvió a ser sugerido el pasado miércoles por Carlos Sama, ex consejero delegado de Ferruzzi, que ya lo había planteado con muchas contradicciones en otras dos ocasiones.

Como testigo en el juicio que se sigue en Milán contra el financiero socialista Sergio Cusani, Sama había declarado el pasado 24 de noviembre que el secretario del PDS, Achille Occhetto, había almorzado en dos ocasiones con Raúl Gardini, cuñado de Sama y ex presidente de Ferruzzi que se suicidó el pasado mes de julio. Añadió que no habían hablado de dinero, sino de política, y precisó que Gardini no le informaba a él de las comisiones que pagaba a los partidos. El 21 de diciembre, Sama afirmó, en cambio, siempre en el juicio de Cusani, que Gardini le dijo que, para obtener las desgravaciones de la fusión Enimont -entre los grupos químicos de Ferruzzi y el Estado- se pagaron comisiones a democristianos, socialistas y comunistas. Añadió que Cusani podía saberlo. El pasado miércoles, en una nueva declaración, Sama afirmó, sin que nadie le preguntara por el tema, que el PCI había cobrado 1.000 millones de liras (unos 80 millones de pesetas) a cambio de las desgravaciones, según asegura que le dijo Cusani, el cual se había desplazado personalmente a Suiza en un avión de Gardini para transportar el dinero. Sama, citó incluso a dos personas cercanas al PDS que podrían haber participado en dicho viaje.

Estos presuntos testigos y el PDS desmienten la última declaración de Sama como una burda maniobra electoral. Los jueces no hiceron nada con sus declaraciones previas, entre otras cosas porque el PCI votó contra las desgravaciones de Enimont. Y no es probable que lo hagan ahora, al menos mientras Cusani, que no ha abierto la boca en los tres meses que ya dura su juicio, confirme lo declarado por Sama.

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