Clinton mejora su imagen ante EE UU en su discurso sobre el estado de la Unión

El presidente norteamericano, Bill Clinton, es hoy y por primera vez durante su Administración el maestro de la escena política de Estados Unidos. Su discurso sobre el estado de la Unión, pronunciado en la noche del martes en un acto solemne ante el Congreso, mostró a un Clinton duro contra el crimen, enérgico en su objetivo de proveer asistencia sanitaria para todos los ciudadanos y con una clara visión de futuro para el conjunto del país. En definitiva, el Clinton que quieren ver los norteamericanos, el Clinton que ganó las elecciones de 1992 y el que se difuminó en los primeros días de su G...

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El presidente norteamericano, Bill Clinton, es hoy y por primera vez durante su Administración el maestro de la escena política de Estados Unidos. Su discurso sobre el estado de la Unión, pronunciado en la noche del martes en un acto solemne ante el Congreso, mostró a un Clinton duro contra el crimen, enérgico en su objetivo de proveer asistencia sanitaria para todos los ciudadanos y con una clara visión de futuro para el conjunto del país. En definitiva, el Clinton que quieren ver los norteamericanos, el Clinton que ganó las elecciones de 1992 y el que se difuminó en los primeros días de su Gobierno entre torpezas y escándalos.Las encuestas han indicado la gran aceptación popular del discurso del presidente: todas ellas mostraban un índice de respaldo a los planes de Clinton que oscilaban entre el 70% y el 85%. El primer informe sobre el estado de la Unión de Bill Clinton no aportó grandes novedades de contenido.

El éxito del presidente estuvo en la forma en la que se presentó ante la nación. Utilizando algunas técnicas de comunicación puestas en práctica por Ronald Reagan, Clinton trasladó al hemiciclo el sufrimiento personal de una familia de Florida desprotegida por el sistema sanitario, presentó a un joven policía que cada día se juega la vida en el intento de imponer la paz en un barrio de Nueva York. Supo manifestarse como un presidente preocupado por los problemas de sus compatriotas y con ideas para resolverlos.

En uno de los momentos más relevantes, Clinton levantó un bolígrafo -técnica reaganista también- y amenazó con utilizarlo para vetar cualquier propuesta de ley que salga del Capitolio sin garantizar la asistencia sanitaria para toda la población.

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