El paro triunfó en la industria y la construcción

Los sindicatos cifran el seguimiento de la huelga en un 90% y el Gobierno lo rebaja al 30%

Los convocantes de la huelga general han cumplido sus objetivos más clásicos. El sector industrial se detuvo en España casi en su totalidad, así como buena parte de la construcción y los pequeños y medianos comercios. En los centros de enseñanza, los profesores pararon mucho menos que los estudiantes. El sector servicios fue el que mayor actividad registró. El seguimiento medio de la huelga alcanzó al 90%, según los sindicatos. Los empresarios reducen esta cifra a un 26%, y el Gobierno, a un 30% (un 32% del sector privado y un 22, 45% del funcionariado). Los principales actos de violencia, que...

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Los convocantes de la huelga general han cumplido sus objetivos más clásicos. El sector industrial se detuvo en España casi en su totalidad, así como buena parte de la construcción y los pequeños y medianos comercios. En los centros de enseñanza, los profesores pararon mucho menos que los estudiantes. El sector servicios fue el que mayor actividad registró. El seguimiento medio de la huelga alcanzó al 90%, según los sindicatos. Los empresarios reducen esta cifra a un 26%, y el Gobierno, a un 30% (un 32% del sector privado y un 22, 45% del funcionariado). Los principales actos de violencia, que fueron escasos, se produjeron en torno a El Corte Inglés. En las manifestaciones de Barcelona y Pamplona se produjeron anoche diversos incidentes.

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El reto estratégico de los sindicatos de que el Corte Inglés no abriera sus puertas fracasó, a excepción de un centro en el País Vasco. Los sindicatos aseguran que el paro en el sector industrial y en la construcción, que ocupa al 30% de los trabajadores, fue casi absoluto. El sector servicios, los funcionarios y los trabajadores del campo, que suman el 70% de la población ocupada, secundaron muy débilmente el paro.

En el sector privado, los comercios de grandes superficies trabajaron sin incidentes, a excepción de los situados en las zonas periféricas industriales. Unas 149 personas fueron detenidas, 16 personas resultaron heridas, y en Burgos, un miembro de un piquete murió tras ser atropellado.

El Gobierno facilitó ayer sus datos muy gradualmente y se decidió a afirmar que el seguimiento medio había sido de un 30% en torno a las nueve de la noche. El Ejecutivo considera que el paro fue muy importante en la construcción y la industria, casi nulo en el sector agrario y muy desigual en los servicios.

Para los sindicatos, la reforma laboral aprobada por el Gobierno, motivo esgrimido para convocar la huelga, debe ser objeto de negociación inmediata, Patronal y CiU vigilarán al Gobierno para que no retire una coma, algo que, en principio, no entra en sus planes.

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La insistencia del Gobierno en la "normalidad" absoluta animó a los ciudadanos a salir a la calle, por lo que el tráfico de vehículos particulares fue muy fluido, no así los transportes pesados, que casi desparecieron de las ciudades. Los estudiantes, que tendrán unas vacaciones de cuatro días al celebrarse hoy la festividad de Santo Tomás de Aquino, se sumaron masivamente a la huelga.

El ambiente en muchas localidades era el de una mañana de domingo. La Basílica del Pilar de Zaragoza recibió muchos visitantes. No muy lejos de esa plaza se registraban los principales incidentes violentos en torno a las puertas de El Corte Inglés de la capital aragonesa. Las fuerzas de seguridad cargaron con dureza contra un piquete. Hubo heridos de ambos lados, sobre todo sindicalistas. En Burgos un miembro de UGT, Luciano Núñez Burgos, fue arrollado por un conductor ebrio y sufrió daños cerebrales que le ocasionaron la muerte.

Hubo conatos de cortes en carreteras comarcales de Almería y Huelva, y en los accesos al aeropuerto de Barajas, en Madrid, donde grupos de personas quemaron neumáticos y los colocaron a modo de barricadas.

Si el Gobierno destacó la normalidad de la jornada, lo mismo hicieron los sindicatos, que incluso se mostraron incómodos ante las imágenes de televisión en las que aparecían enzarzados a golpes policías y miembros de piquetes sindicales. En Torrejón. Leganés, Madrid, Baleares y Huelva hubo detenidos por colocar silicona en cerraduras de entidades bancarias. Gobierno y sindicatos pasaron por alto esta situación, pero no la patronal, que no dudo en tildar de ''delictiva" la actuación de algunos piquetes y atribuir a su acción coactiva el paro en fábricas y comercios.

Los dirigentes sindicales han proclamado el éxito de la huelga al afirmar que ha sido secundada por el 90% de los trabajadores y que, por tanto, "Felipe González tiene que sentarse a negociar". Ayer mismo remitieron una carta en ese sentido al jefe del Ejecutivo.

González ya ha advertido que hoy tendrá la misma disposición al diálogo que anteayer, y echa la pelota en el tejado de los sindicatos al animarles a que se pongan de acuerdo con los empresarios y que presenten juntos alternativas al Parlamento, que en un 93% ha aprobado dicha reforma.

Los sindicatos proclamaron su victoria en una manifestación por el centro de Madrid al grito de "27-E, un éxito". En el resto de España, las movilizaciones fueron congregando a cientos de miles de personas.

El PP intenta hacer abstracción del motivo formal de la huelga señalando que es una acción "contra el Gobierno" y se ofrece a enmendar en el Parlamento lo referido a los contratos de aprendizaje, aunque claramente participa de la filosofía abierta de este nuevo modelo.

CiU, por la boca del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ha advertido que la reforma tiene que seguir adelante, dado que, en caso contrario, su colaboración con el Gobierno entraría en crisis. IU llevará al Congreso el resultado de esta jornada para pedir al Gobierno que retire su reforma.

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