Caridad de juguete

Una veintena de bolsas con prendas de ropa y algunos juguetes permanecían apiladas. en un rincón del comedor desde la noche anterior. Se cumplía el plazo fijado por el Juzgado número 2 de Móstoles, para abandonar la vivienda, y había que tenerlo todo previsto: los pequeños Antonio y, Lorena, de seis y cuatro anos, respectivamente, se encontraban ya en el colegio "para no pasar el trago". Rocío, el bebé: de 11 meses, conseguía que su llanto retumbara en las desnudas paredes del piso a pesar de: los esfuerzos de su madre por mantenerla dormida.La única alegría que las instituciones les han dado ...

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Una veintena de bolsas con prendas de ropa y algunos juguetes permanecían apiladas. en un rincón del comedor desde la noche anterior. Se cumplía el plazo fijado por el Juzgado número 2 de Móstoles, para abandonar la vivienda, y había que tenerlo todo previsto: los pequeños Antonio y, Lorena, de seis y cuatro anos, respectivamente, se encontraban ya en el colegio "para no pasar el trago". Rocío, el bebé: de 11 meses, conseguía que su llanto retumbara en las desnudas paredes del piso a pesar de: los esfuerzos de su madre por mantenerla dormida.La única alegría que las instituciones les han dado en estos meses vino de la mano de la Asamblea Local de la Cruz Roja, que consiguió que los niños tuvieran algún juguete la noche de Reyes. Otra entidad benéfica, la asociación La Milagrosa de Villaviciosa de Odón, les ha dado una solución temporal para los niños, permanecerán en una residencia de acogida los dos hijos mayores de Antonio y Rosa, mientras que éstos logran resolver su situación.

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Allí, las religiosas darán de comer a Antonio y Lorena y tratarán de suplir la educación que recibían en un centro escolar de Móstoles. Para ellos, el curso se acabó ayer.

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