'Made in Almussafes'

Ford España entra en pérdidas en 1993 por primera vez en 17 años

El año 1993 ha sido un mal periodo para Ford España. La empresa, filial de Ford Motor Company, afronta, al igual que el resto del sector de la automoción, los embates de la crisis. Alain Batty, consejero delegado de Ford España, adelantó a final del año pasado que Ford registrará pérdidas en 1993 por primera vez en su historia, si se exceptúan los números rojos de su primer ejercicio, en 1976. La filial de origen norteamericano tiene una cuota de mercado del 15% en España. La compañía, que emplea a 8.568 trabajadores, actúa como el gran motor económico de la zona de Valencia.Ford ha sido decis...

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El año 1993 ha sido un mal periodo para Ford España. La empresa, filial de Ford Motor Company, afronta, al igual que el resto del sector de la automoción, los embates de la crisis. Alain Batty, consejero delegado de Ford España, adelantó a final del año pasado que Ford registrará pérdidas en 1993 por primera vez en su historia, si se exceptúan los números rojos de su primer ejercicio, en 1976. La filial de origen norteamericano tiene una cuota de mercado del 15% en España. La compañía, que emplea a 8.568 trabajadores, actúa como el gran motor económico de la zona de Valencia.Ford ha sido decisiva para el desarrollo industrial de la Comunidad Valenciana. Desde que se instaló en Almussafes, en 1976, ha configurado un tejido industrial a su alrededor.

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El director de la fábrica de Almussafes, Juan José Ubaghs, afirma que Ford trabaja con un millar de firmas afincadas en la Comunidad Valenciana. La empresa afirma que revierte a la economía española en torno a 161.700 millones de pesetas, de los que cerca de 60.000 se quedan directamente en la Comunidad Valenciana. La empresa tiene dos centenares de proveedores, de los que a su vez 20 se encuentran en la Comunidad Valenciana.

Ford fabrica los modelos Fiesta, Escort y Orion, todos ellos de la gama media-baja. El año pasado recortó su producción de vehículos y de motores en el 31 % y el 19%, respectivamente. Resultado del recorte productivo fueron los 4.000 trabajadores de media que estuvieron afectados por diferentes regulaciones de empleo en 1993.

Medidas drásticas para tiempos difíciles. La compañía solicitó el pasado mes otro expediente de regulación para el primer semestre de 1994. Éste prevé suspender la producción de vehículos un máximo de 29 días y la de motores, un total de 31 entre los meses de enero a junio. El 80% de los 8.568 empleados con que cuenta la firma se verán afectados por la suspensión temporal de empleo.

Los recortes no acaban ahí. La empresa quiere reducir otros 600 empleos de la plantilla, a añadir a los 1.000 trabajadores que causaron baja el año pasado, fruto de un pacto con UGT.

La reducción de empleo ha sido constante, incluso en las épocas de mayor inversión, entre 1988 y 1990 (véase cuadro).

La depresión, por otro lado, no ha sido espontánea. La cuenta de resultados de Ford ya recogió recortes significativos en 1992. La compañía ganó ese año 10.700 millones de pesetas, el 49% menos que el año anterior.

La ayuda del Sigma

Las ventas de Ford España en el interior aumentaron en 1992 en relación con los dos años anteriores, aunque las exportaciones comenzaron a flaquear. Hasta noviembre de 1993, la empresa ha vendido 98.311 coches en España, el 24% menos que el año anterior, de acuerdo con datos de la patronal del sector Anfac. Pero hay elementos para que las cosas mejoren. Que Ford Europa adjudicara oficialmente a su filial española en octubre su nuevo motor Sigma permitió un respiro a la compañía. La planta de Gales (Reino Unido) fue la principal rival de Almussafes. El proyecto Sigma está presupuestado en 109.000 millones de pesetas Una parte se destinó a la investigación y el desarrollo del motor en sí, fruto de la colaboración de Ford y Yamaha. El resto del proyecto requiere una inversión de 70.000 millones. de pesetas, que irá a parar a Almussafes.

El primer motor Sigma verá la luz en mayo de 1995, aunque su fabricación no alcanzará su punto álgido hasta 1997. Ford prevé una producción anual de 550.000 unidades. Este proyecto empleará a 640 trabajadores.

Competencia entre hermanos

La venida del Sigma a Almussafes ha sido una tabla de salvación para la actual planta de motores. Ésta produce el modelo HCS y emplea a 1.200 trabajadores. Ford tenía previsto dejar de fabricar este motor en 1996, por lo que el proyecto Sigma, más que una aspiración se convirtió en una necesidad para evitar el cierre de esta sección. La Generalitat entendió esta velada advertencia y se comprometió con el proyecto, a pesar de que Almussafes no es zona de Objetivo 1 para Bruselas. Los cálculos apuntan a que el Gobierno valenciano aporte de forma indirecta -formación profesional, polígonos industriales próximos...- el equivalente al 9% de la inversión total del proyecto Sigma.

A pocos meses de la consecución del Sigma, Almussafes aspira a un nuevo proyecto. Se trata de la fabricación de un nuevo coche de pequeñas dimensiones y con un precio aproximado de 750.000 pesetas. Para adjudicárselo, Batty dice que la fábrica española deberá competir con sus hermanas europeas de la empresa.

El secretario de la sección sindical de UGT en Almussafes, Gonzalo Pino, afirma que Valencia tiene el 100% de posibilidades de conseguirlo. "En lo que a productividad se refiere, le hemos ganado la partida a Alemania", afirma Pino.

La mayor crítica de CC OO, -sindicato mayoritario en la empresa- a la dirección ha sido, no sólo el excesivo número de expedientes de regulación presentados el último año, sino que la sociedad no haya querido discutir el futuro de Almussafes con ellos. "Aquí ha habido más paros que en el resto de plantas europeas de Ford. Se ve con claridad una desviación de la producción de Valencia hacia otras plantas", afirma Aníbal García, de CC OO.

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