Los rebeldes mexicanos resisten el contraataque del Ejército
Más de un centenar de muertos en los enfrentamientos entre guerrilleros indígenas y militares en el sur del país
Marcos, que habla varios idiomas, añadió que el recurso a la violencia se había utilizado tras intentar "otros caminos para solucionar los problemas de los indígenas". El líder guerrillero añadió que entre la población campesina el número de muertes por hambre y violencia asciende a unas 15.000 personas al año, según informa la agencia Efe.La calma regresó ayer únicamente a San Cristóbal de las Casas, una ciudad de más de 80.000 habitantes y la localidad más grande que tomaron los insurgentes el pasado día de Año Nuevo. El Ejército había conseguido expulsar a los guerrilleros tras una feroz ba...
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Marcos, que habla varios idiomas, añadió que el recurso a la violencia se había utilizado tras intentar "otros caminos para solucionar los problemas de los indígenas". El líder guerrillero añadió que entre la población campesina el número de muertes por hambre y violencia asciende a unas 15.000 personas al año, según informa la agencia Efe.La calma regresó ayer únicamente a San Cristóbal de las Casas, una ciudad de más de 80.000 habitantes y la localidad más grande que tomaron los insurgentes el pasado día de Año Nuevo. El Ejército había conseguido expulsar a los guerrilleros tras una feroz batalla, se había desplegado en toda la ciudad y había ordenado a sus habitantes que no salieran de sus casas, según informa David Aponte.
Los militares controlaban todos los accesos a Tuxtla Gutiérrez, la capital de Chiapas, para evitar un ataque rebelde, pero los campesinos alzados mantenían ayer sus posiciones en Ocosingo, Altamirano y otros seis pueblos de la zona.
Tanquetas y helicópteros
El Ejército mexicano patrullaba ayer con tanquetas y helicópteros las zonas próximas a San Cristóbal de las Casas y Ocosingo, dos de los cuatro municipios tomados por los sublevados. Los rebeldes volaron dos puentes entre Ocosingo y Palenque, según versiones que no pudieron ser contrastadas. Fuentes oficiales aseguraron que al menos dos militares y 27 rebeldes perdieron la vida ayer en Ocosingo.Desde el poblado de Altamirano, un corresponsal de la agencia Reuter asegura que los rebeldes controlan totalmente la situación después de haber abatido a dos policías y haber sufrido dos bajas en sus filas.
En las inmediaciones de Tuxtla Gutiérrez, la policía municipal desplegó un retén de agentes armados con rifles R-15, escopetas y chalecos antibala, con el propósito de evitar una incursión de los rebeldes en la capital del Estado, vigilada desde el aire por helicópteros del Ejército.
A lo largo de la carretera que une Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal y toda la zona indígena se apostaron ayer más de 40 unidades militares, la mayoría camiones de tres toneladas que transportaban cientos de soldados. La operación estuvo apoyada por más de 50 vehículos de la Policía Federal de Caminos y Puertos y un número igual de unidades de la Policía de Seguridad Pública del Estado, informa Candelaria Rodríguez desde Tuxtla Gutiérrez. En los 150 kilómetros que comunican Tuxtla y San Cristóbal están distribuidos tres retenes en los que se revisan todos los vehículos que confluyen en la región de Los Altos.
El caos reinaba ayer en todo el Estado de Chiapas con carreteras cortadas por los militares y guerrilleros, edificios públicos incendiados, tiendas saqueadas y hospitales desbordados por la llegada de centenares de heridos desde los frentes de combate.
Ni siquiera la Cruz Roja pudo actuar en las zonas de combate ante la falta de garantías por parte de los bandos y después de que dos sanitarios de la organización resultaran heridos.
En la mañana del lunes, los efectivos del Ejército Zapatista que ocupan el pueblo de Las Margaritas permitieron la salida de vecinos y familiares que habían acudido al lugar a pasar un fin de año que no olvidarán, informa Ismael Romero. Con el temor en los rostros, los que habían conseguido abandonar el pueblo se encaminaban por la carretera de 18 kilómetros a Comitán, donde tropas mexicanas patrullaban las calles, aunque cuidando de no acercarse al lugar donde los sublevados habían levantado barricadas.
[En las proximidades de Rancho Nuevo, sede de la comandancia militar de la región, asaltada ayer por los insurgentes, un grupo de periodistas fue tiroteado, presuntamente por efectivos del Ejército. Ismael Romero, corresponsal del diario mexicano La Jornada, resultó herido de tres balazos, informa Efe.]
En los poblados bajo control de los rebeldes aparecieron pintadas que unen las proclamas de "Tierra y libertad" de Emillano Zapata con consignas más actuales como "No queremos TLC (Tratado de Libre Comercio), queremos libertad" y "Queremos un Gobierno legítimo y no burgués".
Ex gobernador secuestrado
Salinas: "Soluciones en el marco de la ley"
Los rebeldes han volcado su ira contra los poderosos. El que fuera Gobernador del Estado de Chiapas entre 1982 y 1988, el general de división Absalón Castellanos, y su esposa fueron secuestrados el pasado domingo. Según el testimonio de su sobrina, Dell Castellanos, un grupo de insurgentes penetró en el rancho San Joaquín, donde residía el gobernador, a 36 kilómetros de la ciudad de Comitán, ataron a la pareja y se la llevaron con rumbo desconocido. Añade la sobrina de este general, que también fue comandante militar de la región, que los rebeldes aprovecharon la ocasión para llevarse también un camión y dos vacas.Los rebeldes abatieron también a Enrique Solórzano, un poderoso ganadero de la región, al que secuestraron el pasado domingo.
Las únicas dos familias españolas que residen en el Estado de Chiapas se encuentran bien, ajenas a la revuelta, según fuentes diplomáticas citadas por Europa Press. Otras dos familias españolas, de apellido Mestre y Moreno, que participaban en un recorrido turístico por la región y fueron sorprendidas por la rebelión en San Cristóbal de las Casas, lograron establecer contacto con el cónsul español y han abandonado la región.
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