Cambios en Bruselas

No sólo cambiará la presidencia de la Comisión en los próximos meses. A la elección de nuevo presidente, en junio, le seguirá en diciembre la designación de nuevos comisarios. Muchos han anunciado ya su intención de no optar a un mandato más o tienen prácticamente decidido no continuar. Es el caso de Leon Brittan, si no consigue la presidencia; del español Abel Matutes, que ya ha anunciado su candidatura a las elecciones europeas, o del griego Yannis Paleokrassas, que parece decidido también a optar por el Parlamento Europeo pero que, en todo caso, no seguirá como comisario, porque su partido ...

No sólo cambiará la presidencia de la Comisión en los próximos meses. A la elección de nuevo presidente, en junio, le seguirá en diciembre la designación de nuevos comisarios. Muchos han anunciado ya su intención de no optar a un mandato más o tienen prácticamente decidido no continuar. Es el caso de Leon Brittan, si no consigue la presidencia; del español Abel Matutes, que ya ha anunciado su candidatura a las elecciones europeas, o del griego Yannis Paleokrassas, que parece decidido también a optar por el Parlamento Europeo pero que, en todo caso, no seguirá como comisario, porque su partido ha perdido el Gobierno en Grecia.También se marchará Martin Bangemann (Alemania), que tiene ganas de descansar y se plantea dar la vuelta al mundo. El holandés Hans van den Broeck ha tenido todos los problemas del mundo con el poderoso sir Leon y con los ministros de Exteriores; su marcha, muy probable hoy, será segura mañana si Ruud Lubbers accede a la presidencia de la Comisión.

Se da casi por seguro también el cambio de los italianos Antonio Ruberti y Raniero Vanni d'Archirafi. El primero era rector de universidad y el segundo embajador en España cuando Italia recurrió a ellos como comisarios neutros en un delicadísimo momento de la vida política.

La lista de los comisarios que quieren continuar se abre con el español Manuel Marín. Su elección como vicepresidente primero de la Comisión es su mejor baza para convencer a Felipe González de que le renueve su mandato. La necesidad de asegurar el relevo entre el actual colegio de comisarios y el próximo también juega a su favor.