A Roldán le dieron poco 'cuartelillo'

El ya ex director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, deambulaba ayer como sombra de lo que fue. Tras la toma de posesión de su sustituto, fue abrazado y saludado militarmente por los generales que más colaboraron con él durante los seis años que ha estado al frente del instituto armado creado el siglo pasado por el duque de Ahumada.Después, en la copa de vino ofrecida tras los discursos oficiales y el desfile de rigor, Roldán no era el centro de atención ni de los periodistas ni de los políticos, aunque el ministro de Defensa, Julián García Vargas, dio evidentes muestras de afecto hacia...

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El ya ex director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, deambulaba ayer como sombra de lo que fue. Tras la toma de posesión de su sustituto, fue abrazado y saludado militarmente por los generales que más colaboraron con él durante los seis años que ha estado al frente del instituto armado creado el siglo pasado por el duque de Ahumada.Después, en la copa de vino ofrecida tras los discursos oficiales y el desfile de rigor, Roldán no era el centro de atención ni de los periodistas ni de los políticos, aunque el ministro de Defensa, Julián García Vargas, dio evidentes muestras de afecto hacia él. A Roldán, sin embargo, le dieron ayer poco cuartelillo. El distanciamiento era tal que los fotógrafos tuvieron que afanarse para lograr captar al nuevo director, Ferran Cardenal, con su predecesor.

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"Por el momento, voy a dedicarme a descansar", declaró Roldán al ser preguntado sobre qué rumbo tomará su vida a partir de ahora. Está destrozado política y personalmente, tras la difusión de las informaciones sobre el abultado patrimonio inmobiliario conseguido durante estos años, aunque su sueldo mensual era de 600.000 pesetas. Hasta su rostro ha acusado el duro golpe que le ha supuesto la sombra de sospecha existente sobre él.

Elogios

Pese a todo, Roldán estuvo ayer dando el relevo a su sucesor, en el patio de armas de la Dirección General de la Guardia Civil, en medio de una espesa niebla. El titular de Interior, Antoni Asunción, elogió en dos ocasiones a Roldán: primero cuando Cardenal prometió el cargo en el ministerio y, a continuación, en el acto celebrado en la dirección de la Guardia Civil. Asunción se refirió al cesante como "un hombre que ha elevado el listón de la Guardia Civil" y que ha introducido en el cuerpo "profundos cambios y transformaciones".

En contraste con lo que le sucedía al ex director de la Guardia Civil, su sucesor era constantemente requerido. Este reconocía con humildad franciscana que ni siquiera sabe dónde fijará su domicilio, ya que parte de su familia permanecerá en Barcelona . "Comprenderán que no hace ni una semana que el ministro me comunicó su intención de proponerme para el cargo...", se excusaba.

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Ni Asunción ni Cardenal se pronunciaron sobre el relevo de este último al frente del Gobierno Civil de Barcelona ni sobre la posible desaparición de esta figura, como pide el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. "Para hablar de la necesidad o no del mantenimiento de esta figura hay que hacerlo desde el conjunto de la Administración del Estado, conforme a un modelo de ordenación que habrá que plantear globalmente", según el titular de Interior.

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