Suprema ineficiencia

El Consejo Supremo Electoral (CSE) ha dado, tras una auténtica orgía de declaraciones contradictorias, una lamentable exhibición de la incapacidad del Estado venezolano. Las autoridades del CSE no fueron capaces de ofrecer un solo boletín electoral con resultados hasta 16 horas después del cierre de las urnas.Venezuela puede dar gracias a la divina providencia y a la serenidad de sus ciudadanos de que la incompetencia del CSE y su mecanismo de escrutinio no hayan causado una catástrofe en la jornada electoral del domingo. La falta de resultados oficiales durante 16 horas sólo deja abierta la a...

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El Consejo Supremo Electoral (CSE) ha dado, tras una auténtica orgía de declaraciones contradictorias, una lamentable exhibición de la incapacidad del Estado venezolano. Las autoridades del CSE no fueron capaces de ofrecer un solo boletín electoral con resultados hasta 16 horas después del cierre de las urnas.Venezuela puede dar gracias a la divina providencia y a la serenidad de sus ciudadanos de que la incompetencia del CSE y su mecanismo de escrutinio no hayan causado una catástrofe en la jornada electoral del domingo. La falta de resultados oficiales durante 16 horas sólo deja abierta la alternativa a que las autoridades electorales son incapaces o pretendan manipular de algún modo el resultado.

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Con una irresponsabilidad rayana en la desestabilización, el presidente del CSE, Isidro Morales, se hartó de anunciar que se darían resultados sobre una base sólida de casi un 20% de los votos emitidos hacia las 21.00 horas del domingo. Morales impuso a la televisión una mordaza para que no anunciara sus proyecciones antes que el CSE.

A las 19.15 el CSE tuvo que permitir la difusión de los muestreos realizados por los canales de televisión. Menos mal que los resultados eran claros a favor de Rafael Caldera. Pero el fantasma de los disturbios flotó durante un par de horas en el ambiente, porque los muchachos de Causa Radical no aceptaban la derrota y hablaban de fraude.

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