El Salón del Libro Infantil y Juvenil pone 3.000 obras en manos de los niños

La Casa de Vacas del Retiro acoge un año más el certamen

La literatura infantil volvió ayer a los 500 metros cuadrados de la Casa de Vacas del Retiro. Sobre la moqueta roja del Salón del Libro Infantil y Juvenil volverán a revolcarse niños y libros. "Pueden coger los libros, sobarlos, olerlos, chuparlos o leerlos sin que ningún guardia les reprenda, porque no hay vigilancia. Lo único que no pueden hacer es romperlos, pero eso ya lo saben ellos", señala María Solé, coordinadora del salón desde hace 17 años. Esta vez, un total de 3.000 volúmenes, de todos los tamaños y colores, intentarán inculcar a los más pequeños el amor a leer.

Los 3.000 li...

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La literatura infantil volvió ayer a los 500 metros cuadrados de la Casa de Vacas del Retiro. Sobre la moqueta roja del Salón del Libro Infantil y Juvenil volverán a revolcarse niños y libros. "Pueden coger los libros, sobarlos, olerlos, chuparlos o leerlos sin que ningún guardia les reprenda, porque no hay vigilancia. Lo único que no pueden hacer es romperlos, pero eso ya lo saben ellos", señala María Solé, coordinadora del salón desde hace 17 años. Esta vez, un total de 3.000 volúmenes, de todos los tamaños y colores, intentarán inculcar a los más pequeños el amor a leer.

Los 3.000 libros están expuestos de cara y no de canto, para que los colores de la portada cautiven a los niños y éstos se animen a tenerlos entre sus manos. Es más, si lo prefieren pueden tumbarse sobre la moqueta roja y leer alguno de principio a fin. "Muchos niños se quedan dormidos en el suelo con un libro en sus manos. Los demás tienen que pasar por encima de él. El salón no tiene música ambiental, porque aquí se viene a leer", comenta María Solé.El salón, patrocinado por el Ayuntamiento y la Comunidad, cuenta con un presupuesto de 28 millones de pesetas, cuatro menos que el año pasado. "No se ha resentido en nada. Hemos recortado cosas menores, como el cóctel", asegura la coordinadora.

Como todos los años, los libros están cedidos por las editoriales infantiles y por el momento no se encuentran a la venta. Los que no se estropeen, se venderán en el local de literatura infantil de la Feria del Libro del Verano. Los organizadores saben que los más manoseados serán los que mande la moda. Este año, los de dinosaurios, de Aladino y, como siempre, los de Wally, el niño que hay que descubrir entre masas colosales de gentes.

Los colegios pueden pedir hora para acudir por la mañana y visitar detenidamente las distintas secciones: de cero a cuatro años, de cuatro a ocho, de ocho a doce y de doce a dieciséis. Las diversas actividades están distribuidas a lo largo de todo el día. Montserrat del Amo, escritora de libros infantiles, es una de las participantes en los diez encuentros de los niños con autores. "Me preguntan qué hay de real y qué de imaginario en mis cuentos. Les preocupa saber qué pasará después. Son muy inquietos", señala la autora, que ya ha charlado con los niños en años anteriores. Del Amo comentará el libro El abrazo del Nilo, del que se han vendido 100.000 ejemplares en cuatro años.

"Los niños están leyendo mucho. No son sólo cifras de mercado. Cuando un libro entra en casa, alguien por lo menos lo lee", explica la escritora, que es una apasionada de la narración oral para niños.

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Colores y cartones

Durante las jornadas de animación a la lectura dirigidas a los profesores se presentará una colección de libros gigantes, fabricados por niños de un colegio de Fuenlabrada con telas, cuentas de colores, cartones y

otros materiales de desecho. "Los profesores necesitan ideas y aquí las pueden hallar", dice María Solé.Todas las tardes, una contadora de cuentos, vestida con ropas renacentistas y acompañada de un niño que toca la flauta, narrará sus historias a quienes se acerquen a escucharla. Las exposiciones más importantes están dedicadas a una ilustradora checa de libros infantiles, cuyos dibujos nunca se han visto en España, y a ilustradores menores de 30 años.

Carlos Medrano, de la editorial Noguer, cree que los niños españoles leen entre seis y diez libros al año. "Notamos que el nivel de lectura está aumentando debido a la influencia de los profesores", señala. Medrano, que además es presidente de la Organización Española para el Libro Infantil y Juvenil, destaca que la gran diferencia entre el libro para adulto y el infantil es que este último aguanta varias décadas en el mercado. "Los libros para niños pueden durar 30 años sin pasar de moda", comenta antes de recomendar: "Para evitar agobios, lo mejor es venir a primera hora de la mañana o a última de la tarde".

XVII Salón del Libro Infantil y Juvenil. Casa de Vacas. Parque del Retiro. De 11.00 a 20.00 (colegios, a partir de las 10.00). Entrada libre.

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