Cartas al director

Agresiones

Los abajo firmantes, profesores y alumnos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense, queremos manifestar públicamente nuestra más profunda repulsa y enérgica condena a todo acto de violencia practicada por grupúsculos de ideología fascista, y expresar el dolor que nos ha causado la agresión asesina a Jesús Sánchez Rodríguez por parte de cabezas rapadas madrileños. Pero la rabia no es nueva, no nace cuando las víctimas están a punto de morir, sino cuando desde los poderes públicos no se ha frenado a estos violentos, sino que se les ha permitido hacer...

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Los abajo firmantes, profesores y alumnos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense, queremos manifestar públicamente nuestra más profunda repulsa y enérgica condena a todo acto de violencia practicada por grupúsculos de ideología fascista, y expresar el dolor que nos ha causado la agresión asesina a Jesús Sánchez Rodríguez por parte de cabezas rapadas madrileños. Pero la rabia no es nueva, no nace cuando las víctimas están a punto de morir, sino cuando desde los poderes públicos no se ha frenado a estos violentos, sino que se les ha permitido hacer de Madrid un paraíso de sus concentraciones; cuando desde clubes de fútbol se financian y fomentan sus actividades delictivas; cuando desde las televisiones se sacrifica la convivencia por los beneficios, dando cabida a extremistas encapuchados y a descubiertas apologías del terrorísmo y la muerte; cuando desde la industria se inculca a los niños el culto a la crueldad y la violencia a través de los juguetes, cine, tebeos o dibujos animados. Los verdaderos criminales de nuestra sociedad no son los parados, los jubilados, los afectados del sida, los drogadictos, los falsos pobres, los enfermos imaginarios, las prostitutas o cualquier otro colectivo para quienes siempre se encuentra un ministro acusador, una ley -constitucional o no- que los encarcele, un informe que los sitúe en el limbo de los que no cuentan... Los verdaderos criminales pagan fianzas millonarias, detienen hasta el infinito los procesos judiciales, tienen inquietantes protectores y, por lo que se ve, campan libremente por Madrid con sus bates de béisbol dictando sobre vidas ajenas la voluntad de su ideología fascista. ¿Dimitirá alguna vez un ministro no por soberbia, sino por haber evitado el crecimiento de estos inhumanos?.vicedecano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, y 326 firmas más.

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