LA CRISIS DE K. I. O.

Un año de querellas y negociaciones

Ha pasado casi un año desde que la crisis de KIO alcanzó su máximo exponente al presentar suspensión de pagos el Grupo Torras, la empresa a través de la que encauzó todas sus inversiones en España. Desde entonces (el 4 de diciembre de 1992), él. grupo entró en una dinámica imparable, caracterizada por la presentación de querellas contra los anteriores gestores del grupo, a los que culpabiliza de haber causado unas pérdidas cercanas a los 500.000 millones de pesetas, y las negociaciones para vender todas las empresas dependientes del grupo, la mitad de ellas en suspensión de pagos como la ...

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Ha pasado casi un año desde que la crisis de KIO alcanzó su máximo exponente al presentar suspensión de pagos el Grupo Torras, la empresa a través de la que encauzó todas sus inversiones en España. Desde entonces (el 4 de diciembre de 1992), él. grupo entró en una dinámica imparable, caracterizada por la presentación de querellas contra los anteriores gestores del grupo, a los que culpabiliza de haber causado unas pérdidas cercanas a los 500.000 millones de pesetas, y las negociaciones para vender todas las empresas dependientes del grupo, la mitad de ellas en suspensión de pagos como la matriz. Entre esas empresas destacan Ercros, Prima Inmobilairia (ambas en suspensión de pagos), Ebro Agrícolas y Torraspapel.

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La política de ventas de KIO ha tenido un éxito relativo, mientras que la acciones legales no le han dado ninguna satisfacción hasta la fecha. La querella interpuesta contra el anterior equipo gestor por 120.000 millones ha sido rechazada cuatro veces por el juez de delitos monetarios, Miguel Moreiras, y espera el veredicto de la sala de la Audiencia. La demanda de Londres espera, al igual que la que De la rosa interpuso en Barcelona contra KIO.

En las ventas, únicamente ha conseguido desprenderse de algunas participaciones secundarias (Beta Capital, Amaya, Celulosas de las Ardenas), además de Río Tinto Minera, que ha pasado a manos de la multinacional estadounidense Freeport, sociedad que se ha comprometido a adquirir el grupo de fertilizantes FESA-Enfersa, aunque pasará un año en periodo de prueba llevando la gestión. Esta a punto de cerrarse, además, la venta de Unión Española de Explosivos al fondo Pallas Invest. Prima, tras subastarse las torres, tiene un futuro incierto. Pero ni Torraspapel ni Ebro Agrícolas han encontrado comprador. En Torraspapel ha ejecutado un duro plan de ajuste, mientras la positiva evolución de Ebro ha hecho reconsiderar su decisión de vender y quedarse en la empresa.

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