La euroagencia de Alicante arrancará dentro de dos años con 200 funcionarios

La Oficina de Armonización del Mercado Interior de Alicante contará con un mínimo de 200 funcionarios cuando se ponga en marcha, dentro de dos años, aunque la Comisión Europea espera que este número vaya en aumento e incluso se multiplique a medida que se vaya consolidando su funcionamiento. De momento, sin embargo, ya se está retrasando la aparición del reglamento después de que los países pequeños bloquearan en la noche del jueves su aprobación a causa del conflicto sobre la utilización de las lenguas menores.El Consejo de Ministros de Mercado Interior no pudo anteayer dar luz verde a la ofi...

La Oficina de Armonización del Mercado Interior de Alicante contará con un mínimo de 200 funcionarios cuando se ponga en marcha, dentro de dos años, aunque la Comisión Europea espera que este número vaya en aumento e incluso se multiplique a medida que se vaya consolidando su funcionamiento. De momento, sin embargo, ya se está retrasando la aparición del reglamento después de que los países pequeños bloquearan en la noche del jueves su aprobación a causa del conflicto sobre la utilización de las lenguas menores.El Consejo de Ministros de Mercado Interior no pudo anteayer dar luz verde a la oficina porque Portugal, Holanda y, en menor medida, Grecia y Dinamarca, exigen que sus respectivos idiomas también sean utilizados en la euroagencia. La presidencia belga ofreció la alternativa de que las lenguas de estos países puedan ser utilizadas siempre y cuando los documentos vayan acompañados de una traducción a alguno de los idiomas oficiales de trabajo acordados por el Consejo Europeo de Bruselas del pasado 29 de octubre: castellano, inglés, francés, alemán e italiano.

Los países pequeños aceptan esta solución, pero a condicionan de que las traducciones sean costeadas por la agencia, por entender que si las pagan los usuarios que quieran registrar marcas se estaría discriminando a las empresas de estos países frente a las de los Estados de las cinco lenguas oficiales de trabajo.

Fuentes de la Comisión mostraron su disgusto por este bloqueo, aunque restaron importancia a sus consecuencias prácticas. "El reglamento está aprobado, a falta de llegar a un acuerdo político con el problema de las lenguas; de hecho, el consejo del jueves no se ha dado por concluido, y puede reanudarse la próxima semana", señalaron.

La oficina de Alicante dispondrá inicialmente de 200 funcionarios, una cifra que la Comisión considera alta y que en el futuro se irá ampliando a tenor de sus necesidades. "Es una agencia de primera fila. No entiendo porqué en España se ha menospreciado cuando hace años que el Gobierno español ' está luchando por ella", señalaron las mismas fuentes comunitarias.

Error de nombre

Según estas fuentes, la agencia no registrará su primera marca probablemente hasta dentro de dos años. Antes deberá encontrar una sede adecuada -quizá, incluso, construirla de nueva planta, como apuntó el jueves en Bruselas el secretario de Estado para las Comunidades Europeas, Carlos Westendorp-, contratar y formar al personal y poner en marcha toda su infraestructura logística.

La oficina de Armonización del Mercado Interior en realidad no armonizará nada. Su nombre, decidido por los Doce en la cumbre, sólo se-explica como un error originado quizá por el desconocimiento que entre los jefes de Estado y de Gobierno se tenía sobre su funcionamiento en el momento de bautizarla.

Lo que se acordó entonces fue añadir a las marcas las competencias sobre diseño y modelos, "algo que hace que esta oficina sea muy importante para facilitar la expansión del mercado único, pero sin ninguna capacidad para armonizarlo. Que una marca sólo se tenga que registrar una vez facilita los intercambios comerciales, pero no armoniza nada", ironizan las fuentes de la Comunidad.

La oficina concederá una única marca comunitaria, que se podrá utilizar en todos los países de la CE. Hasta ahora, las empresas debían registrar sus marcas en cada país o recurrir al llamado Acuerdo de Madrid, bajo los auspicios de la Oficina Mundial de Marcas (OMPI), aunque éste acuerdo no está firmado por todos los países de la CE.