El drama interno de IU deja a Leguina sin apoyo en la Asamblea

Izquierda Unida libró ayer su batalla de Madrid en el Hotel Victoria, con luz, sudor y taquígrafos. Competían los dirigentes de la mayoría de la organización -alineados con Julio Anguita- y los de la corriente Nueva Izquierda, opuesta a la mayoría pero con mayor representación dentro de los órganos directivos de la coalición tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad de Madrid. Al cierre de esta edición (1.30 de esta madrugada) aún no había un vencedor, con las espadas de las votaciones en alto. Aunque sí una conclusión: ambos sectores. cada vez menos tienen menos ideas coincidentes....

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Izquierda Unida libró ayer su batalla de Madrid en el Hotel Victoria, con luz, sudor y taquígrafos. Competían los dirigentes de la mayoría de la organización -alineados con Julio Anguita- y los de la corriente Nueva Izquierda, opuesta a la mayoría pero con mayor representación dentro de los órganos directivos de la coalición tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad de Madrid. Al cierre de esta edición (1.30 de esta madrugada) aún no había un vencedor, con las espadas de las votaciones en alto. Aunque sí una conclusión: ambos sectores. cada vez menos tienen menos ideas coincidentes.La dirección regional de IU -el aparato del partido- elevó ayer al Consejo Político de Madrid -el máximo órgano de la regional- su propuesta de acuerdo con los socialistas, sobre los presupuestos regionales para 1994. El pacto entre los dos partidos consiste en un aumento de siete décimas sobre el primer anteproyecto presentado por el consejero de Hacienda, Ramón Espinar. El grupo de diputados autonómicos de IU, al menos siete de 13, se opusieron a este acuerdo al considerar que la subida de los presupuestos debería ser mayor, hasta un 5,2%.

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Los 164 miembros del Consejo Político Regional de IU en Madrid, el máximo órgano de la coalición entre asambleas, debatieron anoche con repetidas peticiones de palabra y discusiones sobre el procedimiento de votación. Muchos consideraban "irrelevante" la polémica sobre el acuerdo presupuestario con la Federación Socialista Madrileña -"al fin y al cabo sólo hay una diferencia de un 1%"- y argumentaban que el debate debía girar en torno a la cuestión central: entrar o no en el Gobierno regional del socialista Joaquín Leguina.

Maniobras

Mientras, en el grupo parlamentario de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid no han sentado bien las maniobras del Gobierno regional para buscar un acuerdo de presupuestos con los dirigentes de su coalición. En el último encuentro entre los aparatos de IU y de la Federación Socialista Madrileña (FSM), dos diputados autonómicos, Adolfo Gilaberte y Javier Doz, de Nueva Izquierda, optaron por abandonar la reunión con los socialistas.

En los pasillos del hotel Victoria, la portavoz de IU en la Asamblea, Isabel Vilallonga, junto con otros diputados de su grupo, anunciaba que no votaría los presupuestos de Leguina aunque la votación del consejo le fuera desfavorable. Por su parte, los responsables regionales amenazaban con imponer sanciones a los militantes que no acatasen las decisiones de los órganos represntantivos. La expulsión estaba en el aire.

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PASA A LA PÁGINA 3

Los diputados de IU se enfrentan a la dimisión o a la rebeldía parlamentaria

VIENE DE LA PÁGINA 1Los partidarios de Isabel Vilallonga acusaron duramente al diputado regional Jose Antonio' Moral Santín, quien ha negociado directamente los presupuestos regionales con el consejero de Hacienda, Ramón Espinar. "Estos son los presupuestos de la FSM con el sello de Izquierda Unida", denunció Villalonga.

Moral Santín argumentó en la reunión que la Comunidad de Madrid "no puede endeudarse más sin correr el riesgo de caer en la bancarrota".

En las ¡das y venidas de los representantes del Consejo Político Regional por los pasillos del hotel Victoria destacaba la intención de querer atraerse a los partidarios de cada corriente.

Mientras algunos diputados autonómicos de IU aseguraban que "pase lo que pase" no iban a votar la Ley de Presupuestos de Leguina, en la votaciones quedaba claro que la corriente renovadora Nueva Izquierda disponía de al menos 30 de los 164 votos totales del consejo político. Esta corriente es la que sustenta a la portavoz parlamentaria, Isabel Vilallonga.

Entretanto, el sector ecosocialista reunía un mínimo de siete votos, que anunciaban contrarios al acuerdo de la dirección regional de IU con la FSM. Asimismo, los partidarios de Rubén Cruz, ex secretario regional del PCE, y de Susana López Blanco, diputada regional y anterior coordinadora de IU en Madrid, con 52 votos en el consejo, también aseguraron que su voto iba a ser negativo al pacto presupuestario.

La alianza de todas estas corrientes auguraba al cierre de esta edición un voto de castigo a la estrategia negociadora del actual coordinador regional, Ángel Pérez.

Uno de los numerosos intervinientes, Francisco Pérez, de la organización de IU en Vallecas, no vaciló en acusar a Leguina de "bocazas" por inmiscuirse en los asuntos internos de la coalición. Ángel Campo, miembro del secretariado nacional de CC OO, se sumó a las tesis de quienes consideran imposible superar el listón del 4,2% de incremento en el gasto de la Comunidad "tal y como están los tiempos".

Quien salió al paso del debate presupuestario fue el diputado regional Juan Antonio Candil al afirmar: "Un 1% más o menos no es una cuestión tan relevante, aquí lo que hay que hacer es decir si estamos a favor o en contra de un gobierno de coalición con el PSOE".

La pelea de las décimas de los presupuestos regionales esconde un drama mayor y más profundo de la federación de IU de Madrid. En el último mes, la unidad de su grupo parlamentario -13 diputados: dos alineados con Julio Anguita, siete de Nueva Izquierda pura y los cuatro restantes de Nueva Izquierda con intenciones pactistas- se ha roto. Un documento avalado por la mayoría del grupo parlamentario en el que planteaban a la organización un debate sobre la conveniencia de entrar en el Gobierno regional ocasionó la primera fractura.

Los presupuestos del equipo de Joaquín Leguina, que llegaron algunos días después, abrieron definitivamente la herida. Mientras los socialistas trataban de cerrar un acuerdo con la dirección de IU -subida total del 4,2-, los diputados de la coalición presentaban su particular oferta para apoyar los presupuestos: una subida del 5,2%, lo que significaba 1,7 puntos por encima de los deseos de Leguina y un punto más que las peticiones de sus dirigentes regionales.

El agrio debate surgido en IU ha despertado en algunos consejeros socialistas del Gobierno regional serias dudas sobre la estrategia a partir de ahora: "Hemos llegado a un acuerdo con IU, pero no con sus diputados, que son los que tienen voz y voto en el Parlamento. ¿Servirá de algo?".

Próxima reunión

Joaquín Leguina, según indicaron ayer algunos miembros del Gobierno regional, pretende reunirse el próximo lunes con la portavoz de IU en la Asamblea, Isabel Vilallonga para buscar una salida a la crisis.

"Nosotros debemos negociar con los órganos de dirección de IU y nadie nos puede criticar por eso reflexionaba ayer un consejero regional. Uno de los colaboradores más próximos del presidente regional aventuró, preocupado, un final más dramático: "Si IU se divide y empiezan los navajeos, ¿quién nos asegura que nosotros no saldremos dañados".

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