MUERTE DE UN PIONERO DE LA BIOLOGÍA MOLECULAR

"Faro guía en momentos de abandono"

La comunidad científica española recibió ayer con hondo pesar la muerte del premio Nobel Severo Ochoa (1905-1993), cuya vida y obra es considerada por los investigadores como un modelo a seguir.Antonio García Bellido, discípulo: "Para la ciencia española, fue un faro guía en momentos de abandono y dejadez de la ciencia, en la posguerra. Era para nosotros la referencia a emular e intentar estar a su altura: si él lo había hecho, también podíamos hacerlo los demás. El Centro de Biología Molecular (CBM), que se creó en 1975, existe gracias a él. Cuando regresó a España formó en el CBM un l...

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La comunidad científica española recibió ayer con hondo pesar la muerte del premio Nobel Severo Ochoa (1905-1993), cuya vida y obra es considerada por los investigadores como un modelo a seguir.Antonio García Bellido, discípulo: "Para la ciencia española, fue un faro guía en momentos de abandono y dejadez de la ciencia, en la posguerra. Era para nosotros la referencia a emular e intentar estar a su altura: si él lo había hecho, también podíamos hacerlo los demás. El Centro de Biología Molecular (CBM), que se creó en 1975, existe gracias a él. Cuando regresó a España formó en el CBM un laboratorio extenso, con españoles que trabajaban con él en EE UU. Él trabajó en este laboratorio hasta hace tres o cuatro años, y nunca perdió el contacto.

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Pedro Laín Entralgo: "Sus contribuciones han sido rigurosamente decisivas para poner el saber bioquímico y biológico molecular a la altura en que hoy está".

Carmen Lavandera, sobrina: "En la última conversación se refirió a la clonación en humanos y dijo que todos los avances tenían una parte buena y otra mala para la humanidad, y que si estaban bien administrados era imparable".

Margarita Salas, discípula: "Ha sido una figura única. Vivía la investigación. Supo estar en todos los campos importantes, desde el nacimiento de la bioquímica hasta el desarrollo de la biología molecular".

Francisco Grande Covián, nutriólogo, amigo de Severo Ochoa desde 1928: "Le preocupaba mucho, hasta los últimos días, el panorama de la ciencia en España. Se quejaba de lo que nos quejamos todos, de la poca producción científica española".

Joan Oró, bioquímico: "Le deberían haber dado tres premios Nobel. El mundo ha perdido una de las personas que más han colaborado en el avance de la ciencia y la bioquímica".

Antonio Trevín, presidente de Asturias: "Representa mejor que nadie el carácter universal de los asturianos, un hombre que se vio obligado a emigrar a tierras de América para encontrar los medios necesarios donde desarrollar su labor investigadora".

Graciano García, director de la Fundación Principado de Asturias: "Tenía un cariño muy especial por el Príncipe de Asturias y de hecho hace unos días me preguntó por cómo le iban los estudios en EE UU a don Felipe".

En el extranjero, la Universidad de Nueva York -donde Ochoa presidió Bioquímica y Farmacología- emitió ayer un comunicado declarando ser "honrada y privilegiada" de haber trabajado con él.

"Fue un gran científico que puso los fundamentos de la Bioquímica moderna".

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