Entrevista:ELECCIONES EN GALICIAGHALEB JABER IBRAHIM EMPRESARIO

"Galicia mira demasiado al pasado"

Nació hace 42 años en Nablus (Palestina), pero es una de las personas más populares de Galicia. Suelta carallos, habla en el idioma de la tierra y ha captado la habilidad de los gallegos para escabullirse de las preguntas más comprometidas. Con 18 años, Ghaleb Jaber Ibrahini llegó a Finisterre de Europa para estudiar medicina. Logró acabar la carrera y se casó con la hija de un adinerado emigrante en Venezuela. Ahora posee un hotel de cinco estrellas en Santiago y uno de los grupos de empresas de producción para televisión más importantes de España. Nunca se ha llevado bien con los socialistas...

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Nació hace 42 años en Nablus (Palestina), pero es una de las personas más populares de Galicia. Suelta carallos, habla en el idioma de la tierra y ha captado la habilidad de los gallegos para escabullirse de las preguntas más comprometidas. Con 18 años, Ghaleb Jaber Ibrahini llegó a Finisterre de Europa para estudiar medicina. Logró acabar la carrera y se casó con la hija de un adinerado emigrante en Venezuela. Ahora posee un hotel de cinco estrellas en Santiago y uno de los grupos de empresas de producción para televisión más importantes de España. Nunca se ha llevado bien con los socialistas, pero sólo reconoce afinidad política con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).Pregunta. ¿A quién va a votar?

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Respuesta. Eso es secreto.

P. ¿Y qué valora más en un político?

R. Su trayectoria. Yo valor sobre todo a las personas, que son la base de la sociedad. Me parece muy importante que sean capaces de transmitir confianza en lo que están proponiendo. Y es fundamental que tengan un buen equipo. Un buen equipo puede sacar adelante un mal programa, pero un buen programa no sirve para nada con un mal equipo.

P. ¿Qué problemas de Galicia le preocupan más?

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R. Aquí la gente se mira demasiado a su interior. Hablar es el deporte nacional y las cafeterías son las mejores industrias. Los políticos y los intelectuales también miran demasiado al pasado. En la literatura, por ejemplo, se habla mucho de personas ya muertas, de Cunqueiro y Risco. Eso me parece muy bien, pero hay que pensar que también existe una Galicia nueva, una Galicia que quiere mirar al mundo. Ésta es una región con un campo enorme para hacer cosas.

P. ¿Está usted satisfecho con la autonomía?

R. La autonomía es un concepto político y social muy importante. Pero en la práctica se produce una duplicación o triplicación de administraciones y de organismos que sólo crea más gasto y más confusión.

P. ¿Qué imagen tiene de los políticos gallegos?

R. No hay muchas personas preparadas. Son la minoría. La mayoría creo que está sólo para cubrir el expediente. Y no hablo únicamente de Galicia. En la política nacional ocurre lo mismo.

P. ¿Quién ganó el debate entre Fraga y Sánchez Presedo?

R. Fue un debate muy flojo. Eché en falta que se hablase de planes de privatización, del apoyo a la pequeña y mediana empresa, de la televisión de Galicia...

P. ¿Cómo se trata a los extranjeros en una comunidad con tanta tradición emigrante?

R. Se trata mejor a los extranjeros que a los emigrantes retornados. Cuando un gallego vuelve a su tierra tiene que sufrir una especie de xenofobia, dicho sea con todo el cariño. Si intentan mejorar su vida, los vecinos murmuran: "¿De dónde habrá sacado el dinero?". Es como si fuesen gallegos de segunda.

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