Arquitectura transparente y democrática

La manzana delimitada entre la avenida del Doctor Esquerdo (colegio de La Paz) y las calles de O'Donnell, Máiquez y Doctor Castelo es una de las más grandes de Madrid. El solar en el que se levantará la futura Asamblea regional -donde está ahora el Instituto de Obstetricia y Ginecología- ocupa casi una hectárea. Las dependencias del Parlamento se extenderán en unos 10.000 metros cuadrados construidos y las dos consejerías planteadas en el otro edificio se han dibujado para acaparar otros20.000 metros cuadrados..., aunque podrían ser menos.

El arquitecto autor del proyecto, Ramón Valls, ...

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La manzana delimitada entre la avenida del Doctor Esquerdo (colegio de La Paz) y las calles de O'Donnell, Máiquez y Doctor Castelo es una de las más grandes de Madrid. El solar en el que se levantará la futura Asamblea regional -donde está ahora el Instituto de Obstetricia y Ginecología- ocupa casi una hectárea. Las dependencias del Parlamento se extenderán en unos 10.000 metros cuadrados construidos y las dos consejerías planteadas en el otro edificio se han dibujado para acaparar otros20.000 metros cuadrados..., aunque podrían ser menos.

El arquitecto autor del proyecto, Ramón Valls, mantiene que la Asamblea se limitará en espacio a su extensión actual en San Bernardo, pero con un mejor aprovechamiento y con más servicios. Las oficinas sólo crecerán un 15% -el Parlamento regional tiene 100 funcionarios-, las áreas de representación aumentarán un 100% y el hemiciclo será casi igual. Eso sí, los proyectistas se han acordado esta vez de los minusválidos, para los que habrá ascos y rampas de acceso; del público, con más de 200 asientos para presenciar los plenos; de los medios de comunicación, a los que se piensa habilitar cabinas y sala de prensa, y también de la comodidad de los diputados, "pero sin lujos".

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No habrá despacho individual para cada parlamentario, ni piscina ni caros mármoles. "He visto todos los parlamentos regionales españoles y algunos extranjeros y he pensado los espacios simplemente para que los parlamentarios estén a gusto, especialmente en los anchos pasillos, muy propicios para la charla" manifestó el arquitecto.

El hemiciclo transparente, con dos cubos, uno exterior de cristal y otro interior de alabastro, es ya la estrella del proyecto. Ramón Valls resume así la máxima filosófica de su idea: "Los ciudadanos que quieran podrán asomarse desde la calle y ver a algunos diputados en su trabajo, el mejor símbolo de la transparencia que significa gobernar en democracia".

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