Menem no consigue la mayoría parlamentaria a pesar de su victoria en las elecciones argentinas

El peronismo ganó ayer las elecciones en Argentina para renovar 127 escaños, la mitad de la Cámara de Diputados, que no parece que vaya a cambiar de forma decisiva en su composición, según las primeras proyecciones de voto basadas en encuestas a pie de urna. Si se confirman estos primeros datos de sondeos referidos a distritos electorales, el resultado significaría un éxito para el presidente peronista Carlos Menem, de 63 años, que, sin embargo, no tendrá mayoría suficiente para reformar la Constitución y hacer posible su reelección en 1995.

La de ayer sería la cuarta derrota consecutiv...

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El peronismo ganó ayer las elecciones en Argentina para renovar 127 escaños, la mitad de la Cámara de Diputados, que no parece que vaya a cambiar de forma decisiva en su composición, según las primeras proyecciones de voto basadas en encuestas a pie de urna. Si se confirman estos primeros datos de sondeos referidos a distritos electorales, el resultado significaría un éxito para el presidente peronista Carlos Menem, de 63 años, que, sin embargo, no tendrá mayoría suficiente para reformar la Constitución y hacer posible su reelección en 1995.

La de ayer sería la cuarta derrota consecutiva de la Unión Cívica Radical (UCR), del expresidente Raúl Alfonsín, en elecciones legislativas desde 1987.Sólo dos presidentes argentinos en este siglo, Hipólito Yrigoyen en los años 20 y el general Juan Domingo Perón en los 50, llegaron a su cuarto año de presidencia con un sólido apoyo de votos. A pesar de ello, Menem no contará con la mayoría suficiente de dos tercios en el Congreso (senadores y diputados) para reformar la Constitución para poder ser reelegido en 1995.

A las ocho de la tarde hora local (medianoche en España) no se disponía de datos sobre el porcentaje de votos en el ámbito nacional. Todo parece indicar que el Partido Justicialista (peronista) consiguió vencer o al menos empatar con la Unión Cívica Radical (UCR) en la capital federal, un bastión tradicional del radicalismo. El fracaso de los radicales en la capital se atribuye en buena parte a la mala campaña electoral de su cabeza de lista, Marta Mercader, ex esposa del presidente del Instituto Cervantes, Nicolás Sánchez Albornoz.

En la capital consiguió un éxito notable la agrupación de izquierda llamada Frente Grande, que será la tercera fuerza política y ha conseguido dos diputados, el disidente peronista Carlos Chacho Alvarez y la militante de la lucha por los derechos humanos Graciela Fernández Meijide.

En la provincia de Buenos Aires, feudo del peronismo y el mayor distrito electoral de Argentina, con ocho millones de habitantes, el Partido Justicialista ganó una vez más. Los radicales mejoraron en torno a un 8% respecto a 1981. El Movimiento de Independencia Nacional (Modin) del ex teniente coronel golpista Aldo Rico es la tercera fuerza política en la provincia de Buenos Aires. El Modin podría llegar a contar con siete escaños en la Cámara de Diputados. Esto convertiría a las huestes de Rico en la tercera fuerza parlamentaria de Argentina.

En la provincia de Córdoba no se cumplieron los pronósticos que anticipaban un codo a codo entre radicales y peronistas. Las proyecciones daban ventaja a la UCR. La derechista Unión de Centro Democrático (UCeDe) consiguió colocar aquí un diputado. Este partido, que era la tercera fuerza nacional, ha quedado casi barrida y dividida tras su aproximación al menemismo.

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Ausencia de presidentes

La jornada electoral transcurrió sin incidentes dignos de mención, salvo el elevado número de presidentes de mesa que no se habían presentado a cumplir con su deber cívico. En la sexta elección parlamentaria, cuando están a punto de cumplirse 10 años del retorno de la democracia a Argentina, casi 21 millones y medio de votantes estaban convocados a las urnas para elegir 3.824 cargos nacionales y provinciales.El Gobierno jugó a tope la baza de dos años y medio de estabilidad y buscó evocar en el electorado los horrores de la hiperinflación de hace cuatro años, cuando gobernaba la UCR de Alfonsín, que tuvo que entregar el poder cinco meses antes del final de su mandato con el país en pleno caos. La última cifra de inflación publicada para agosto fue de un insólito cero por ciento. Para septiembre se prevé un 0,6%. Si se mantiene este ritmo, Argentina podría estar pronto con un porcentaje anual de inflación de una sola cifra.

La oposición pone en tela de juicio la viabilidad a largo plazo del plan económico y no vacilan en afirmar que algún día estallará todo. El ministro de Economía, Domingo Cavallo, asegura que en tres, cuatro o cinco años no se modificará la tasa cambiaria que equipara al peso con el dólar. El temor de algunos ante las electoral generó una subida en la demanda de dólares, provocando la intervención del Banco Central.

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