Negar la evidencia

Ya se ha convertido en una costumbre. El principal impuesto local sube un 13% o un 12%, y el Ayuntamiento del PP echa balones fuera asegurando que cumple su promesa electoral de congelar los tributos y apuntando al Ministerio de Hacienda como culpable de todo.

El primer año incluso se pretendió fijar un tipo impositivo que habría elevado el impuesto en un 18%. Finalmente quedó en un 12%, en aras de "actualizar" el tributo. El segundo año volvió a subir; y ahora, por tercera vez, con gobierno del PP en Madrid, la historia se repite. Junto a estas líneas se reproducen los tres últimos...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Ya se ha convertido en una costumbre. El principal impuesto local sube un 13% o un 12%, y el Ayuntamiento del PP echa balones fuera asegurando que cumple su promesa electoral de congelar los tributos y apuntando al Ministerio de Hacienda como culpable de todo.

El primer año incluso se pretendió fijar un tipo impositivo que habría elevado el impuesto en un 18%. Finalmente quedó en un 12%, en aras de "actualizar" el tributo. El segundo año volvió a subir; y ahora, por tercera vez, con gobierno del PP en Madrid, la historia se repite. Junto a estas líneas se reproducen los tres últimos recibos del IBI pagados por un ciudadano.

Éste abonó por este concepto 14.776 pesetas en el año 1990; al siguiente -ya bajo gobierno popular- pagó 16.678 pesetas, y el año pasado, 18.734. Las subidas fueron de un 12,87% y un 12,32%. Mantener que se ha cumplido la promesa electoral cuando la inflación ronda el 5% es negar la evidencia.

Más información
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En