Los ex comunistas polacos acatarán el mandato de Walesa

Los líderes de la Alianza de la Izquierda Democrática (SLD), la coalición que ganó las elecciones parlamentarias del pasado domingo en Polonia, prometieron ayer que no intentarán acortar el mandato del presidente Lech Walesa. La victoria aplastante de la izquierda ex comunista y del partido agrario permite teóricamente a estas dos agrupaciones crear una coalición gubernamental capaz de imponer una Constitución que limite las prerrogativas de Walesa o incluso ponga fin a su mandato.Ayer por la tarde, los ex comunistas mantuvieron unas primeras negociaciones con el Partido Campesino Polaco (PSL)...

Los líderes de la Alianza de la Izquierda Democrática (SLD), la coalición que ganó las elecciones parlamentarias del pasado domingo en Polonia, prometieron ayer que no intentarán acortar el mandato del presidente Lech Walesa. La victoria aplastante de la izquierda ex comunista y del partido agrario permite teóricamente a estas dos agrupaciones crear una coalición gubernamental capaz de imponer una Constitución que limite las prerrogativas de Walesa o incluso ponga fin a su mandato.Ayer por la tarde, los ex comunistas mantuvieron unas primeras negociaciones con el Partido Campesino Polaco (PSL) sobre la formación de un Gabinete bicolor que podía disponer en el Parlamento de un 65% de los escaños. Tras una hora y media de conversaciones, los líderes de ambos partidos se limitaron a confirmar que mantendrán contactos durante los próximos días.

Waldemar Pawlak, presidente de los agrarios, subrayó que su agrupación entablaría también conversaciones con otros grupos. Este gesto de Pawlak, cuyo partido dispondrá en la Dieta de un 28% de los escaños, sólo puede interpretarse como un intento de elevar el precio que los ex comunistas tendrían que pagarle por la eventual alianza. Este precio podría ser incluso la jefatura del Gobierno de Polonia.

Tras la declaración oficial de la Unión Democrática, partido del ex primer ministro Tadeusz Mazowiezcki, sobre su paso a la oposición, la única coalición gubernamental imaginable podrían formarla los propios ex comunistas y los agrarios, a quienes podrían sumarse los socialistas renovados de la Unión del Trabajo.