España aumenta la cooperación con los territorios a pesar de la Crisis

España dedicó 1.369 millones de pesetas en 1992 a la cooperación con los territorios ocupados y, a pesar de los recortes presupuestarlos que ha padecido en los últimos meses la ayuda al desarrollo, está previsto que, por razones políticas, aumenten ligeramente los fondos destinados a Cisjordania y Gaza, según indican fuentes diplomáticas.El principal orgullo de la diplomacia española es el centro de formación profesional de Ain Sultan, en Jericó, donde se enseña la reparación de material agrícola. Totalmente costeado por la cooperación española fue inagurado en julio pasado por el cónsul de Es...

España dedicó 1.369 millones de pesetas en 1992 a la cooperación con los territorios ocupados y, a pesar de los recortes presupuestarlos que ha padecido en los últimos meses la ayuda al desarrollo, está previsto que, por razones políticas, aumenten ligeramente los fondos destinados a Cisjordania y Gaza, según indican fuentes diplomáticas.El principal orgullo de la diplomacia española es el centro de formación profesional de Ain Sultan, en Jericó, donde se enseña la reparación de material agrícola. Totalmente costeado por la cooperación española fue inagurado en julio pasado por el cónsul de España en Jerusalén, Andrés Collado.

Miguel Ángel Moratinos, hasta la semana pasada director del Instituto de Cooperación con el Mundo Árabe (ICMA), cree que la cooperación española debe "hacer un mayor esfuerzo para la formación de diplomáticos palestinos (para lo que ya se han concedido dos becas) y de personal de hostelería y restauración". La Secretaría General de Turismo tiene también la intención de ofrecer becas.

El ICMA cofinancia además, a partes iguales con la Comunidad Europea (CE), dos proyectos en el sector árabe de Jerusalén: el colegio Nuestra Señora del Pilar y un centro de salud.

El grueso de la cooperación española (882 millones) se concede a través la CE. En segundo lugar figuran las cuotas a la- agencia de la ONU de ayuda a los refugiados palestinos (UNRWA), a la que se otorgaron 270 millones en 1992. Con 124 millones, las contribuciones directas españolas, que sirven para potenciar la agricultura y construir pozos e invernaderos, se colocan en tercer lugar. Por último, los dos proyectos confinanciados con la CE ascienden a 93 millones para cada una de las partes que los subvencionan.